Los integrantes de la Asamblea Revisora han decidido aumentar el número de diputados, justo en momentos en que se cuestiona el alto número de representantes en la Cámara de Diputados. También han rechazado un artículo que ordenaría que éstos rindieran a sus respectivas comunidades  cuentas de sus ejecutorias, y su decisión se produce en momentos en que hay un clamor general por la transparencia en el desempeño de las funciones públicas. Sería justo que los miembros de la Asamblea Revisora volvieran sobre sus pasos y revisaran estas dos decisiones, pues parecen nadar contra una corriente de aspiración de muchos dominicanos.

La renuencia de los diputados a rendir cuentas a las comunidades que los eligieron parece concordar con la resistencia de muchos de ellos a prestar declaración jurada de sus posesiones. En ambos casos hay una ojeriza hacia una transparencia que, según entienden los asambleístas, sí debe ser obligación para los síndicos y otros funcionarios municipales. No es posible que una parte del Congreso esté facultada para pedirle cuentas a los demás poderes del Estado y que, en cambio, se autodeclare exenta de esta obligación inherente a la transparencia. El país necesita que sus hombres de Estado estén dispuestos, en todo momento, a rendir cuenta detallada  de sus actos y posesiones.  Esto último más que justifica revisar estas decisiones.

La UASD apuesta a la evolución

La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) necesita evolucionar y conforme a esa necesidad ha iniciado un proceso de transformación que debe proyectarla como subsistema educativo de carácter nacional. La universidad estatal requiere actualización en sus sistemas administrativo y académico, modificar sus esquemas de gerencia, apoyarse en más y mejor personal docente.

El ambicioso proceso evolutivo, que  ha de ser bastante costoso, debe tener entre sus metas que la universidad estatal genere una buena proporción de los recursos que necesita. En algún momento, la Finca Experimental de Engombe fue una fuente importante de ingresos para la UASD por la producción y venta de productos lácteos de alta calidad. Debemos inclinarnos por tener una universidad nacional integrada a la producción y que sea una fuente de investigación para apoyar el progreso nacional. Apostemos a esa evolución.