Sería primera mujer presidenta

Sería primera mujer presidenta

SANTIAGO (AFP).- La médica pediatra socialista Michelle Bachelet, experta en temas de seguridad y ex ministra de Defensa de Chile, aspira a convertirse en la primera mujer presidenta de su país, si gana este domingo la elección en la que enfrentará al candidato de la derecha opositora, el economista y empresario Sebastián Piñera.

Hija del general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet y la arqueóloga Angela Jeria, nació en Santiago el 29 de septiembre de 1951 y, a sus 54 años, encabeza las encuestas para convertirse en la primera mujer al frente de un gobierno en Chile.

En su niñez viajó por todo Chile cuando su padre fue destinado a diferentes zonas y en 1970 inició sus estudios de medicina en la Universidad de Chile, donde se incorporó a las Juventudes Socialistas mientras con su guitarra entonaba las canciones de “The Beatles”.

Eran los tiempos de la “transición al socialismo” encabezada por el presidente Salvador Allende, que se suicidó tres años después durante el cruento golpe que instaló la dictadura del general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.

Ese mismo día, el general Bachelet fue arrestado por sus simpatías con el gobierno de Allende y murió seis meses más tarde, debilitado por las torturas a que lo sometieron sus ex compañeros de armas.

Michelle Bachelet prosiguió sus estudios pero el 10 de enero de 1975 fue arrestada junto a su madre en la Villa Grimaldi, un centro de torturas del régimen. “La tortura es terrible, sobre todo desde el punto de vista sicológico porque te humilla”, diría ella años después.

Liberadas a fines de enero de ese año, la estudiante y su madre se exiliaron en Australia y Alemania Oriental, desde donde Michelle regresó a Chile en 1979, con su hijo de un año, Sebastián.

Gracias a una beca, se especializó en pediatría y salud pública. Su hija Francesca nació en 1984 cuando estallaban las primeras protestas sociales para exigir el final de la dictadura militar y Michelle Bachelet colaboraba en una ONG que apoyaba a hijos de víctimas de la represión.

Al restaurarse la democracia en marzo de 1990, se comprometió a fondo como médica del servicio público, miembro de la Comisión Nacional del Sida y consultora para la Organización Mundial de la Salud.

Convencida de que su Partido Socialista no conocía el rol de las Fuerzas Armadas estudió estrategia militar en Santiago y luego siguió un curso sobre defensa continental, en Washington.

El presidente Ricardo Lagos le confió en 2000 la cartera de Salud para terminar “en tres meses” con las largas filas de pacientes en los consultorios públicos y emprender una reforma que permitiera un acceso más amplio a estos servicios.

Dos años después, en enero de 2002, Lagos sorprendió a partidarios y opositores cuando nombró a Michelle Bachelet ministra de Defensa Nacional, con la misión de provocar un reencuentro entre los militares y la sociedad civil.

Era la primera vez que una mujer ocupaba esa Cartera en América Latina y fue el momento en que las encuestas comenzaron a reflejar la popularidad de la futura candidata presidencial, agnóstica y madre soltera de tres hijos.

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