La conferencia dictada por el pasado vicepresidente de los Estados Unidos de América y premio Nobel de la Paz, Al Gore, relativa al cambio climático, se constituyó en una grave admonición para los habitantes del planeta, al señalar que si no se toman los correctivos necesarios y casi obligatorios para resolver la crisis climática, la humanidad se verá compelida en el transcurso de varias décadas, a sufrir grandes precariedades, especialmente en lo concerniente a la escasez de agua, no sólo para consumo humano, sino para los animales y la agricultura.

En el protocolo de Kioto y posteriormente en la conferencia de Amsterdam, los países más ricos y prósperos del universo se habían comprometido a controlar las emanaciones de gases tóxicos liberados por sus industrias, las cuales llegan a la atmósfera y son los responsables de producir la malsana lluvia ácida, que contamina y degrada los suelos, envenena ríos, lagos y otras fuentes acuíferas.

Observamos impasibles cómo se deshielan los Polos y también cómo aumenta el volumen de agua en los océanos y mares, afectando ostensiblemente las islas y países que están a muy bajo nivel del mar. 

En una entrega anterior relaté cómo las Islas Maldivas y su primer ministro habían celebrado una sesión del Parlamento bajo el agua, para llamar la atención de los países que pueden detener este fenómeno, y tomen todas las medidas necesarias para que sus maravillosas y fascinantes islas no desaparezcan, ya que al estar casi al nivel del mar, algunas de ellas ya han sucumbido y la principal tiene una elevación tan sólo de ocho metros.

Este fenómeno del crecimiento de los mares y océanos, cuyos efectos se reflejan principalmente en las islas, no escapa a la nuestra.  En efecto, en la costa Norte, principalmente en la provincia María Trinidad Sánchez (Río San Juan, Cabrera y Nagua), el mar se  ha internado, en algunos lugares más de 10 metros en el litoral.  Esto ocurre también en la provincia de Samaná en las playas de Cozón, Las Terrenas, La Bonita y la costa hasta El Limón.  Se observa, asimismo, en Las Canas y Bahía de Rincón.  Podemos afirmar, incluso, que lo mismo ocurre en las provincias de Barahona y Pedernales.  De su parte, hemos notado en la provincia de Puerto Plata, desde Maimón, pasando por Luperón hasta internarse en la provincia de Monte Cristi, que las playas y ensenadas se han ido replegando y el mar ha formado marismas y ciénagas, las cuales en un lapso de tiempo relativamente corto, se convertirán en dominio del mismo mar.

El libro de Al Gore, originalmente escrito en inglés en el año 2009, y reeditado y traducido al español en el 2010 bajo el título: «Nuestra elección. Un plan para resolver la crisis climática»,  en sus 416 interesantísimas páginas llenas de fotografías e ilustraciones podemos aprender y planificar lo que está a nuestro alcance para evitar todas las catástrofes y calamidades a las cuales estamos abocados a padecer, si los países y sus gobernados no toman medidas imperiosas necesarias para salvar del exterminio nuestro planeta tierra y asegurar la sobrevivencia de las generaciones futuras.