Freddie Freeman conectó el primer cuadrangular con bases llenas que pone fin a un juego en la historia de la Serie Mundial, en el primer partido contra los Yankees de Nueva York, celebrado el 25 de octubre de 2024 en Los Angeles.
Mágico e inolvidable, y si no le gusta ninguno de esos adjetivos caben mil otros para definir el momento decisivo del primer juego de la Serie Mundial.
Mucho se ha hablado y escrito del histórico enfrentamiento entre Yankees y Dodgers, pero el batazo de Freddie Freeman lo superó todo.
A casi nada de consumarse la victoria de Nueva York en extra innings, una conexión de Freeman al primer envío que vio del cubano Néstor Cortés se llevó la cerca del jardín central con las bases llenas para borrar una desventaja de una carrera y darle a Los Angeles un triunfo 6-3 en el choque inicial del Clásico de Octubre.
“Me sentí como si nada, como flotando’’, explicó Freeman sobre sus sentimientos en ese instante.
“Me sentí como si nada, como flotando’’, explicó Freeman sobre sus sentimientos en ese instante.
“Ese es el tipo de cosas, cuando tienes cinco años con tus dos hermanos mayores y estás jugando en el patio trasero, esos son los escenarios con los que sueñas, dos outs, bases llenas en un partido de la Serie Mundial’’.
Desde el momento en que la pelota salió disparada, los casi 55,000 aficionados en el estadio quedaron en éxtasis y recordaron un momento similar ocurrido hacee 36 años, cuando un limitado Kirk Gibson llegara cojeando al plato para marcar un cuadrangular en el primer partido de otra Serie Mundial ocurrida en 1988, porque Freeman está en el terreno con el tobillo derecho lesionado.
“Ese juego lo he vivido muchas veces en mi mente’’, reveló Freeman durante la conferencia de prensa después del encuentro.
Pero la conexión de Freeman resultó histórica por otro motivo: fue el primer grand slam que pone fin a un juego en la historia de la Serie Mundial y, de paso, coloca a los Yankees en una posición incómoda, porque no querrán regresar a Nueva York con dos derrotas en fila.
Igualmente, significó el tercer jonrón para dejar al campo a un contrario de Serie Mundial en la historia de la franquicia, junto con los de Max Muncy en el Juego 3 en el Clásico del 2018 y el siempre recordado de Gibson en el primer partido del Clásico de Otoño de 1988.
“Eso es genial’’, comentó Freeman al saber de su gesta.
“Obviamente eso es… es algo así como, es algo increíble. Pero cuando te dicen que has hecho algo así en este juego que ha existido durante mucho tiempo – me encanta la historia de este juego, ser parte de ella, es especial. Llevo mucho tiempo jugando a esto y llegar a esos momentos, sueñas con esos momentos incluso cuando tienes 35 años y llevas 15 en la liga, quieres formar parte de ellos’’.
Sin duda alguna, este encuentro no decepcionó porque los Dodgers y los Yankees -los mejores de las Ligas Nacional y Americana, que se enfrentan en el Clásico de Otoño por primera vez en 43 años- jugaron un primer partido que mereció la pena esperar.
Freeman no pudo actuar en los partidos cuarto y sexto de la Serie de Campeonato porque los problemas con su tobillo lesionado, con los que había lidiado toda la postemporada, pero en los días previos al primer juego de la Serie Mundial dijo que no había duda de que estaría en la alineación.
El batazo del inicialista de los Dodgers eclipsó uno astronómico de Giacarlo Stanton que había puesto delante a los Yankees con pizarra de 2-1 y que fue su número 16 en playoffs, pero que desafortunadamente para su equipo no dejó consecuencia de impacto.