SANTO DOMINGO (AFP).- El embajador dominicano en Haití, José Serulle, negó este domingo que los casos de violencia en su país contra ciudadanos haitianos, que incluyen asesinatos y otros atropellos, respondan a un fenómeno xenófobo, como denuncian diversas instituciones sociales.

   «De cada ocho personas que se mueven en las calles, una es haitiana, es normal que con una población tan elevada se den ese tipo de conflictos, que uno saque un revolver y mate al otro, pero son cosas personales», argumentó Serulle en una entrevista con la AFP.

   El diplomático, quien se encuentra en Santo Domingo por dos días, defendió además la reacción de las autoridades dominicanas ante los abusos contra haitianos, que han sido acusadas de indiferencia e inoperancia.

   «Aunque la Cancillería no tiene que ver con los asuntos judiciales, tengo informaciones concretas de que cada vez que ocurren situaciones como éstas la Cancillería interviene para aportar a sus soluciones, pero hay que saber que hay separación de poderes», dijo el embajador.

   Desde mayo a la fecha, en diferentes puntos de República Dominicana ocurrieron asesinatos y persecuciones contra haitianos que viven en este lado de la isla. En agosto, desconocidos quemaron vivos a tres inmigrantes en un barrio al oeste de Santo Domingo.

   Hasta el momento no hay acciones judiciales por estos casos y en cada ocasión las autoridades respondieron con repatriaciones masivas, con el argumento de proteger la vida de los inmigrantes.

   Serulle, un tradicional promotor de las relaciones domínico-haitianas, sostuvo que sí hay individuos con influencia en la opinión pública que incitan con sus comentarios el rechazo hacia la población haitiana.

   «Hay personas en los medios de comunicación que se expresan de manera un poco rara del haitiano, tienen todo el derecho, pero uno tiene el derecho también de hacerles un llamado cordial para que moderen sus mensajes», indicó. El funcionario, sin embargo, no quiso citar nombres.

   Tampoco quiso referirse al cuestionamiento en su contra por recibir 25.000 dólares de parte del gobierno haitiano para la celebración de una feria ecoturística binacional en mayo en la provincia Duarte, del lado dominicano.  «Ese tema murió para nosotros», puntualizó.

   La Cancillería dominicana anunció que investiga el tema y el primer ministro haitiano Gerard Latortue dijo en defensa del diplomático que no hizo el aporte en término personal, sino para apoyar la actividad, que organiza la Fundación Ciencia y Arte, de Serulle.

   Pese a que la historia de República Dominicana y Haití recoge conflictos de trascendencia internacional, lo que según estudiosos origina actitudes de rechazo mutuo, el embajador sostiene que las bases de ambos pueblos saben convivir y son dependientes una de otra.

   Resaltó que en Haití viven «mucho más» de ocho mil dominicanos y que no son objeto de rechazo de parte de la población de ese país.

   «El haitiano es una persona que aprecia mucho a los dominicanos, incluso admira el proceso de desarrollo en las últimas décadas, con todas la limitaciones que pueda tener, frente a la crisis de ellos que se ha tornado permanente durante los últimos 26 años», indicó.

   Agregó que la seguridad en Haití ha mejorado bastante porque la violencia política se redujo en los últimos meses y prácticamente se limita a la comunidad de Sité Soleil.