El abogado y político llamó hipócritas a los patriotas y antipatriotas dominicanos que con el tema haitiano solo provocan tormentas, incertidumbres e inestabilidad
Santiago.- El reputado jurista y político dominicano, Julián Serulle, aseguró hoy que resulta difícil para el Gobierno dominicano establecer una política de negociación y relaciones bilaterales con Haití, mientras en la vecina nación opere un estado controlado por las bandas criminales y las estructuras de élites poderosas.
Afirmó que ante esa realidad, el Estado dominicano, a través del Poder Ejecutivo, debe imponer el imperio de la ley en los controles fronterizos contra todo aquel que pretenda ingresar al país, exigiendo como condicionantes un pasaporte con el visado correspondiente.
«El que no cumpla con estos requisitos habrá que ponerle un cerco hermético en todas las fronteras», indicó.
Serulle no cree en la construcción de un muro para la solución al problema migratorio irregular, sino en la conciencia de las autoridades dominicanas en cuanto a sus responsabilidades y obligaciones para preservar la territorialidad y el cumplimiento cabal de la ley.
Señaló que si en Haití existiera un estado, la política migratoria no sería un caos para la República Dominicana, ya que lo que habría que introducir son determinadas exigencias para ingresar a suelo dominicano.
Julián Serulle, un experto en materia laboral, puso como ejemplo que, si un empresario dominicano necesita la mano de obra de 200 haitianos, este debe solicitarlo al Ministerio de Trabajo dominicano para que este lo canalice con su homólogo haitiano y de esa manera seleccionar al personal hará algún tipo de labor en este país.
Entonces, continuó el jurista, el empresario dominicano cumpliendo con la ley, deberá trasladar a los trabajadores haitianos y hacerse responsable de ellos cuando concluya el contrato de trabajo y devolverlos a su país como seres humanos y ajustados a las leyes laborales nacionales.
Serulle dijo que si una persona quiere cruzar al país debe existir el método de la tarjeta verde, roja o azul, donde debe indicar el tiempo que estará en el país, el motivo de su estadía y donde se establecerá, además de reportarse a las autoridades en un tiempo determinado.
«Si no asiste al llamado de las autoridades en ese tiempo, esa persona debe ser perseguida. Son asuntos de condicionantes normativas, previamente establecidas y definidas. Así operó en Francia y Alemania y eso opera en el mundo civilizado y organizado», afirmó, al ser consultado por reporteros de Hoy en su despacho.
Cero odio y diferencias
Julián Serulle manifestó que no se puede pensar en odio ni en diferencias con el pueblo haitiano, debido a que ambos pueblos son parte de la especie humana.
El abogado y político criticó a los patriotas y antipatriotas dominicanos, a los cuales llamó hipócritas que solo provocan tormentas, incertidumbres e inestabilidad buscando el ego de una patria para sonar en los medios.
Asimismo, Serulle dijo que las grandes potencias guardan odio hacia Haití porque fue el primer país del mundo que declaró su independencia como colonia y el primer país de América que lanzó el grito por la liberación de los esclavos.