Serulle plantea nuevo tratado   reduciría  inmigración haitianos

Serulle plantea nuevo tratado   reduciría  inmigración haitianos

SANTIAGO.  El candidato presidencial del Frente Amplio, Julián Serulle, planteó ayer  en esta ciudad que para reducir la inmigración de haitianos hacia este país se debe producir un tratado bilateral y redefinir las leyes que permitan un verdadero control fronterizo, mediante el cual  República Dominicana y Haití se comprometan a desarrollar  políticas económicas sostenibles.

Serulle dijo que en su plan de gobierno, en lo referente a la migración haitiana, las medidas a ser adoptadas tienen que girar en torno a puntos básicos, como son actualizar y aplicar el acuerdo entre los dos países,  firmado en 1952, sobre la contratación de jornaleros haitianos.

Ese acuerdo bilateral permitía a las empresas agrícolas e industriales establecidas en este país  utilizar por un período limitado los servicios de jornaleros haitianos, los cuales estaban comprometidos a salir  cuando se terminara su tiempo, según señaló el dirigente político.

“Se tiene que dar lugar a reencontrarse con el tratado bilateral de 1952 y definir reglas de juego que puedan hacer permisibles el control de la migración. Esto se consigue con permisos especiales a los haitianos para trabajar, ya sea una semana, un mes o seis meses, con tarjetas de identificación”, indicó el dirigente político.

En lo comercial.  El candidato presidencial del Frente Amplio también propone una integración comercial con Haití, que le permita al vecino país mejorar su situación económica, para así evitar que sus ciudadanos tengan que emigrar.

“Lo cierto es que Haití necesita un flujo de formación. Cuando Haití se desarrolle, se disminuirá la migración hacia nuestro país. Pero República Dominicana tiene que jugar un papel determinante para impulsar ese desarrollo”, sostiene el dirigente político.

La delincuencia.  En relación a los actos delictivos cometidos por haitianos residentes en el país, que en esta ciudad en los últimos días se han registrados la  violación y tortura a una mujer y la profanación de una iglesia, Serulle consideró que no se puede generalizar.

 “Reconocemos que ha habido situaciones preocupantes, pero lo cierto es que esos son casos aislados. Los dominicanos en el extranjero también cometen actos delictivos, y no por eso hay que decir que todos lo hacen. Así que no hay que alarmarse ni generalizar”, apuntó.

Insistió en que tanto Haití como República Dominicana deben buscar respuesta a los problemas económicos y sociales.

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