Las opiniones de los usuarios sobre el servicio para pacientes del coronavirus que ofrece el hospital Marcelino Vélez Santana, en Santo Domingo Oeste, oscilan entre las que lo describen como un buen trato y las que le atribuyen negligencias que llevan, en algunos casos, a desenlaces fatales.
Mientras los parientes de los internos estables señalan que su única queja es la falta de información o los retrasos a la hora de suministrarla, aquellos familiares de pacientes fallecidos o en estado crítico vierten sobre el hospital acusaciones como una supuesta alimentación inadecuada de los enfermos o que no les colocan el oxígeno cuando lo requieren.
Herineldo Rodríguez Beltré es sobrino de un hombre de 81 años diagnosticado de covid-19 que falleció de un paro cardíaco el jueves al mediodía, cuando el hospital se disponía a darle de alta con la condición de que continuara recibiendo terapia de oxígeno en casa.
“Cuando yo vine a buscarlo, me dijeron que la doctora que entraba de turno era que lo iba a despachar. Entonces, a los 15 minutos después entra la doctora y dice que a él le dio infarto a las 12:30 de la tarde y que murió”, relató Rodríguez mientras esperaba junto a otros familiares que les entregaran el cadáver de su tío en la morgue que opera en el mismo centro médico.
Afirmó que su tío gozaba de buena salud antes de infectarse del coronavirus y ser ingresado al hospital por 24 días antes de fallecer.
Sin embargo, el director interino del hospital, doctor Freddy Lachapelle, explicó que además de la avanzada edad de ese paciente, tenía diabetes, que supone un mayor riesgo de desarrollar una forma más grave de la enfermedad covid-19.
El galeno precisó que este paciente octogenario tuvo problemas respiratorios durante tres semanas y que el tratamiento de ventilación al que fue sometido pudo alterar su flujo sanguíneo, lo que le produjo el paro cardíaco días después.
Poca alimentación. Pastor Ramírez, quien tiene a un hermano de 42 años interno en cuidados intensivos desde hace 20 días, contó que su hermano le ha dicho que en esa unidad “lo dejarán morir de hambre”.
“Él nos comentaba que los pacientes que están ahí no solo están muriendo del coronavirus, sino que también están muriendo del hambre. La comida que le llevan los familiares no se la están pasando”, añadió Agustín Sánchez, cuñado de Pastor Ramírez.
Ambos trataron de comunicarse vía telefónica con el paciente y se notaba que este tenía problemas para respirar y hablar.
Buen trato a pacientes. Otro grupo de familiares de internos manifestó que sus allegados han recibido un buen trato de parte del personal médico, incluido una correcta medicación y alimentación, pero que su principal queja era cómo el hospital les ofrece información sobre los pacientes.
Las personas que acuden al sanatorio a saber de sus allegados internos deben esperar a las 3:00 de la tarde para recibir información. No obstante, algunos familiares afirman que a veces han tenido que esperar más horas para enterarse de cómo están sus conocidos, lo que los lleva a estar más tiempo expuestos a posibles contagios del coronavirus.
La dirección del hospital insistió en que tiene una ventanilla y un contacto de WhatsApp disponibles para que las personas soliciten información.