Los restaurantes de servicio rápido están operando entre un 30-40% de sus condiciones normales por la paralización de actividades desde marzo por el COVID-19, y temen que, de seguir así y no aumentar sus ventas en los próximos meses, podría haber quiebras de negocios.
Así lo advirtió el presidente de la Asociación Dominicana de Establecimientos de Comida Casual y Servicio Rápido (Adecor), Charlie García, quien destacó que esperan un aumento de las ventas tras la apertura de sus locales por disposición del Gobierno, pero de no ser así podría ser totalmente imposible aguantar las operaciones.
Expresó que la entidad agrupa a 34 marcas que crean cerca de 11,000 empleos directos en 10 provincias, y recientemente se unió Starbucks. Entre sus miembros se encuentran Adrian Tropical; Baskin Robbins; Burger King; Dominos Pizza, Mc Donald, entre otras.
Precisó que el impacto del COVID en el sector ha sido considerable y han estado trabajando por envió a domicilio o comida para llevar (delivery y take out).
Al ser consultado por el HOY, expuso que muchos de sus miembros se vieron obligados al cierre total de operaciones con la primera declaración de estado de emergencia y distanciamiento físico necesarias para la prevención del contagio del Covid-19.
Sus colaboradores fueron inscritos en el programa Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE) y esto le ha permitido tener pocos casos de despidos. Otras medidas tomadas por los miembros de Adecor fue la de ofrecer vacaciones a los colaboradores.
García puntualizó que los miembros de Adecor, desde el comienzo de la pandemia realizaron un protocolo en conjunto de cara al manejo de la higiene y seguridad frente a la pandemia, basado en las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública y de organismos internacionales.
Lauren Pou, gerente general de 100 Montaditos, ubicados en dos plazas comerciales, expresó que ha sido un gran impacto la paralización del negocio, lo que llevó a que de 32 empleados tuviera que cancelar 10; y a tener pérdidas de inventario por productos perecederos, que al final fueron donados a hogares de ancianos.
Fernando Liriano, propietario de Pronto Pasta de Agora Mall reportó una gran caída de las ventas, pero se han reinventado y abierto una cocina móvil para envíos a domicilio y pronto abrirán otra. Esto les ha permitido mantener sus 15 empleados.
Ambos coinciden en resaltar que el programa FASE ayuda a mantener los empleados, pero estos tienen sus pérdidas de ingresos pues también reciben un monto de propinas.