El rescate de la Zona Industrial de Herrera, principalmente de sus vías, de los parques y áreas verdes, la solución al drenaje pluvial, eficientizar el servicio de la recolección de los residuos sólidos, urgen resolver en el municipio de Santo Domingo Oeste (SDO).

Será una tarea que deberá enfrentar el alcalde que surja de las venideras elecciones municipales del 18 de este mes, que además tendrá que dedicar tiempo y recursos económicos a la limpieza de las cañadas.

De la misma tendrá que convencer a los mercaderes a que ocupen los cubículos habilitados en una nave para esos fines en la calle H casi esquina 27 de Febrero.

Hace alrededor de un año el cabildo levantó una nave para trasladar a decenas de vendedores de frutas y vegetales a ese lugar para de esa manera terminar con la arrabalización de la calle H y entorno, sin embargo, el 80 por ciento de los cubículos permanecen cerrados.

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Los vendedores para los que se levantó la obra se resisten a trasladarse a la nave, porque entienden que los clientes no irían al lugar, prefieren continuar en el hacinamiento, falta de higiene, inseguridad y otros males en las calles.

Amable de los Santos prefiere estar con sus mercancías tiradas en el pavimento, contaminadas y expuestas a ser pisoteadas y no en un cubículo seguro en la nave que levantó el cabildo, debido a que los compradores no entrarían al lugar.

El Cubano, como se definió otro de los vendedores, narra que la nave no es la solución, porque los clientes se resisten a entrar y prefieren seguir comprando en la calle, a pesar de la inseguridad, la insalubridad y otros males.

“Como usted ve, los locales, en su mayoría, permanecen cerrados, no se ha hecho campaña para incentivar a la gente para que visiten el lugar, lo que influye para que permanezcamos en la calle”, sostuvo. En la Zona Industrial de Herrera confían en que las nuevas autoridades municipales recuperen las áreas comunes del área, ya que por todas partes las aceras están ocupadas por vertederos improvisados, puestos de gomas, talleres, ventas de comidas, sin dejar espacios para el peatonal.

A esto se agrega el grave problema de drenaje pluvial, como uno externo ubicado en la calle Juan Vallenilla, que aunque no llueva se mantienen lleno de agua provocando graves trastornos para quienes están obligados a transitar por esa vía.

Feliz Custodio, atribuye la acumulación constante de agua en la citada calle a la rotura de una tubería desde hace más de 10 años, y a pesar de los reportes ninguna autoridad se digna a resolver.

Con una población superior a los 400 mil habitantes y una extensión territorial de 57.47 kilómetros cuadrados, el problema no se detiene en la Vallenilla, sino que sigue en otras vías como La Guarocuya, por lo que en tiempos de lluvias la Zona Industrial es impenetrable, a pesar de su aporte al Producto Interno Bruto (PIB).

Asimismo, la calle H, también en la Zona Industrial, ha sido convertida en un gran vertedero, por lo que casi es imposible caminar y transitar por ella, a pesar de su cercanía con la 27 de Febrero.