PUERTO PRÍNCIPE. – Más de seis millones de electores haitianos estaban llamados este domingo a las urnas para completar la elección del poder legislativo y elegir al conjunto de los diputados locales, pero la movilización era muy débil en esta cuarta votación en año y medio.
En juego están un puesto de diputado y ocho senadores, así como los miembros de las asambleas locales para un mandato de cuatro años. Ante la falta de voluntad política nacional y de un llamamiento de la comunidad internacional a respetar los plazos constitucionales, las elecciones locales no se celebran desde diciembre de 2006.
Los haitianos mostraban poco interés por esta nueva cita democrática, un año y medio después del lanzamiento de un proceso electoral marcado por la anulación a finales de 2015 de la elección presidencial, que fue reprogramada para el 20 de noviembre.
«Deberían haber organizado las elecciones al mismo tiempo que las municipales (en noviembre), habría ido más gente a votar», lamentó Wilkey Saintilus, uno de los pocos electores que se habían presentado en uno de los colegios electorales de Pétionville (sur).
En el patio del establecimiento escolar, los supervisores y los miembros de las mesas electorales esperaban ante las urnas vacías, bajo la mirada de unos observadores internacionales y policías igual de ociosos.
En la última jornada de votación, en noviembre, se celebró la primera vuelta de las presidenciales, la segunda vuelta de las legislativas y comicios municipales. La participación fue de apenas un 21%.
Este desapego de los electores se explica por la debilidad de la oferta política y la desconfianza de los ciudadanos respecto a la capacidad de los representantes políticos para trabajar en la mejora de sus condiciones de vida. Los primeros resultados de estas elecciones se publicarán el 10 de febrero por el Consejo Electoral Provisional.