La sesión de ayer en la Cámara de Diputados en la cual se debatía el proyecto de regulación salarial estuvo matizada por duras críticas a los senadores, quienes fueron acusados de aprovechar la coyuntura surgida con relación a la iniciativa legislativa para hacer pasarela ante la opinión pública y presentarse como los más serios cuando es sabido por todos que también reciben privilegios como el barrilito.
Hay senadores que parecen modelos de pasarelas. Yo votaría por este proyecto si se eliminan por ley el barrilito y las exoneraciones o cualquier otro privilegio que tengan los congresistas. Vamos a limpiar la casa para evitar que siga la deshonra. Hay que eliminar la demagogia, la hipocresía y la doble moral, precisó de manera enfática el diputado perredeísta Cristian Paredes.
Agregó que los senadores son los que manejan las obras y construcciones en las provincias y, por consiguiente, reciben grandes beneficios.
En el mismo sentido se pronunció el pedeleísta Rubén Maldonado, quien sostuvo que los miembros de la cámara alta no tienen calidad moral para criticarlos.
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra, exclamó el legislador José González, mientras que Juan Hubieres cuestionó al senador de su provincia, Monte Plata, del que dijo carece de ética.
Los reproches más enérgicos fueron para los senadores Tommy Galán, Julio César Valentín y Charlie Mariotti.
Nadie es más honorable que nadie, dijo Henry Merán, al señalar que erróneamente se cree que el Senado está por encima de la Cámara de Diputados.
El malestar de los miembros de la cámara baja surgió luego de que la semana pasada varios senadores se pronunciaran contra las modificaciones al proyecto de ley para conservar los privilegios relativos a los viáticos y dietas.
En tanto, Nelson Arroyo (PRD-San Pedro de Macorís) pidió a sus colegas de bancada apoyar el proyecto, tras indicar que la semana pasada se echó dos cubos de salami (apoyó las modificaciones) y que hoy se echaría dos cubos de agua para limpiar su nombre.
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Imprudencia
Al agotar un turno, el diputado reformista Marino Collante consideró como una imprudencia del presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, referirse al proyecto de ley. De igual manera, pidió el respaldo de la iniciativa legislativa y rechazó tajantemente que fuera inconstitucional como argumentaron algunos de sus colegas durante las discusiones que se extendieron por más de tres horas.