Setas: No trate con desconocidas

Setas: No trate con desconocidas

Madrid.  EFE.-  Si le dicen a usted que le convidan a un plato de esporocarpos, o de carpóforos, seguramente se quedará usted como estaba, salvo que su profesión sea la de botánico, o su máxima afición la micología, porque con esas palabras tan poco apetitosas se define lo que son las setas, básicamente los órganos reproductivos de bastantes especies de hongos.

Dejemos esos términos y vayamos a la definición oficial del Diccionario de la Real Academia Española: una seta, dice, es “cualquier especie de hongo, comestible o no, con forma de sombrilla, sostenida por un pedicelo”. Es una definición científicamente incorrecta, porque toda seta forma parte de un hongo, pero no todos los hongos producen setas.    Hace cerca de un siglo, el mismo diccionario advertía de que hay setas comestibles y setas venenosas. La edición actual no lo dice: sólo lo insinúa con ese “comestibles o no”, pero ahí queda el aviso. Y es que el mayor inconveniente que la gente le pone al consumo de las setas es ése: que pueden darte un disgusto.

Todos los años se publican noticias de personas o de familias enteras intoxicadas o fallecidas tras la ingesta indebida de unas setas equivocadas. Hay que extremar las precauciones, y convencerse de que la única manera de estar seguro de la “comestibilidad” de una seta es conocerla muy bien.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas