Sex and the City origen de una serie que vuelve

Sex and the City origen de una serie que vuelve

(De iz a der) Las actrices estadounidenses Kristin Davis, Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon y Kim Catrall.EFE/JENS KALAENE

Televisión. La serie “Sex and the city”, que se emitió entre 1998 y 2004 y que regresa con una nueva temporada en HBO Max, estaba basada en una columna que se publicó por primera vez en el The New York Observer el 28 de noviembre de 1994, firmada por Candance Bushnell.

Las amigas neoyorkinas de la serie de la década de los noventa “Sex and the city” están de vuelta. HBO Max, la plataforma de WarnerMedia, anunció una nueva temporada de 10 episodios.

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La actriz estadounidense Kim Cattrall, que no volverá a aparecer en la nueva versión de la popular serie de la televisión estadounidense «Sex and the City» . EFE/Joerg Carstensen

Sin embargo, para esta nueva entrega, 17 años después de su último capítulo, no serán cuatro, sino tres las actrices protagonistas, ya que Kim Cattrall, que interpretaba a Samantha Jones, no participa en el proyecto.


“Sex and the city” fue uno de los primeros éxitos comerciales de HBO, se emitió a lo largo de seis temporadas entre 1998 y 2004 y estaba basada en una columna real. Sí, existía una Carrie Bradshaw que escribía un texto semanal llamado exactamente igual que la serie.


“Sex and the city” se publicó por primera vez en el The New York Observer el 28 de noviembre de 1994 y estaba firmado por Candance Bushnell, de 35 años.

“Cuando me dieron la columna, sentí ‘sé qué hacer con esto’”, dijo Bushnell al New York Times con motivo del vigésimo aniversario de la serie.


“Si me hubieran dado la columna cuando tenía 28, no habría sabido por dónde cogerla”, añadió. La autora dijo a The Guardian ese mismo año que, cuando comenzó a escribirla, no había mucho interés por la realidad cultural de las mujeres solteras en la ciudad.


“La gente realmente sentía que si una mujer estaba soltera a sus treinta años había algo mal en ella”, aseguró.

En la página web del The New York Observer aún es posible encontrar algunos de los artículos originales, como el titulado “Loving Mr. Big”, publicado en abril de 1995 y en el que la autora comienza hablando de una productora de cine a la que, dice, llamará Samantha Jones.

Del periódico al libro y del libro a la pantalla. En 1996, las columnas se recogieron en un libro homónimo. Darren Star, productor de series como “Melrose Place”, que había conocido a Bushnell cuando ella lo entrevistó para Vogue, supo ver el potencial de aquellas historias. Dos años más tarde, comenzó la emisión de la primera temporada.

La cadena ABC también se interesó por la ficción en un principio, pero finalmente fue HBO quien se hizo con ella. Las vivencias de aquellas cuatro amigas, Samantha, Carrie, Miranda y Charlotte, que bebían cócteles cosmopolitan, salían de fiesta y hablaban de sexo, tenían cada vez más seguidores.


“Hay mucha presión para representar a los hombres de una manera que encaje en la narrativa de amor y relaciones de Cenicienta”, dijo la autora al New York Times.


“Y ’Sex and the city’ fue una oportunidad para mostrar una realidad sobre los hombres y las relaciones que no se me permitió hacer en las revistas de mujeres y, hasta cierto punto, en editoriales de mujeres”, añadió Candance Bushnell.


Sarah Jessica Parker reveló para un libro, del que The Hollywood Reporter se hizo eco, que no tuvo un flechazo con el personaje de Carrie, sino que su agente, Kevin Huvane, tuvo que convencerla para interpretarla.

“Conocí a Darren y yo tenía un par de preocupaciones”, relató Parker. Las inquietudes que menciona estaban relacionadas con algunos aspectos del lenguaje y su negativa a hacer desnudos.

“Pero Kevin continuó diciéndome: ‘Esto es diferente. Nunca has hecho algo así”, añadió.
Finalmente, en el contrato se incluyó una cláusula de no desnudez y el resto es historia.
Un final diferente. En el final de la serie, Carrie y Mr. Big acababan juntos, algo que ni Bushnell ni Star tenían en mente.


“Creo que en la vida real Carrie y Big no hubieran terminado juntos”, dijo la autora a The Guardian. Pero llegó un momento en el que la serie se había convertido en algo grande y la pareja, en icónica.


“Se volvió parte del léxico. Y cuando la gente está haciendo un programa de televisión, es el mundo del espectáculo, no del arte, así es que, llegados a aquel punto, era para la audiencia y no estábamos pensando en cuál sería el impacto diez años después”.


Star, por su parte, dijo que creía que la serie había traicionado de qué se trataba, que era de que las mujeres no encuentran la felicidad en el matrimonio.

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