El día de hoy se ha convertido en la mejor excusa para que mujeres y hombres se tomen ciertas libertades de estrechar no solo los cuerpos sino hacer valer el propósito de la ocasión para expresar amor al ser querido.

Los comerciantes, después de los grandes beneficios de la temporada navideña que concluyó con el Día de Reyes, aprovecha la fecha para resarcirse en parte de la disminución de las ventas, preparándose para el mal periodo del año hasta que llegue el Día de las Madres. Así pues la inusitada actividad comercial que se refleja hoy, principalmente en los restaurantes y en los moteles, permite que los seres amados de larga data, o los circunstanciales, demuestren su atracción para festejar apropiadamente la fecha.

Con menos entusiasmo, las parejas que envejecen juntos y su atracción disminuyendo en la misma proporción que pasan los años, pero mantienen relaciones que muchas veces provocan conflictos, pero que en la medida que pasan los años menos explosiones de celos ocurren, disminuyendo la efervescencia y reduciéndose las necesidades sexuales que en una ocasión como la de hoy se manifiestan como un esfuerzo ayudado por alguna de las excelentes píldoras que existen en el mercado local para estimular el libido y las funciones eréctiles del macho.

El comercio se estimula especialmente en la venta de flores y perfumes, cuando todo el mundo que puede quiere agradar a su ser querido, o por el que en algún momento dado tiene como objeto llevar a cabo una conquista, pero que se le hacía difícil, y en el día hoy se debilitan muchas resistencias por el embrujo de la ocasión de la fecha y a veces por alguna bebida alcohólica estimulante terminan en la intimidad de una alcoba.

En toda la historia de la civilización cristiana, el festejar el día de San Valentín ha adquirido su importancia en que ya las muestras de afectos se traspasan a otras actividades de la sociedad, que al final de cuentas procuran con los regalos que se llevan a cabo estimular un comercio en baja, agobiados por la necesidad de mantenerse operando y luchando contra la voracidad fiscal de las autoridades y sostener al día su empleomanía y buen crédito con la oferta de buenas mercancías a sus clientes. Hoy es la ocasión para recuperar parte de lo perdido y lo que se espera dejar de ganar de aquí a las festividades de las Madres.

Este día tan especial permite tener una excusa para demostrar afectos que quizás por los caracteres de los protagonistas, no son muy dados a demostrarlo, tanto desde el seno del hogar en que las uniones se vuelven añejas, solo se hablan tan solo lo imprescindible de intercambio de interjecciones o requerimientos, o en los lugares de trabajo los principales ejecutivos bajan la defensa de su arrogancia y se dignan concederles una sonrisa a las subalternas, a la cual quieren impresionar para llevársela a un lugar íntimo como el de los moteles o de apartamentos de solteros para quienes pueden pagarlo, y que hoy los primeros no dan abasto por la demanda.

El día sirve de excusa para que muchos seres humanos den muestras de amistad, que en otras épocas no es habitual requerir intenciones de acercamiento, pero por ser una fecha tan especial afloja las necesidades de sacudirse de la armadura de metal con la que envolvemos nuestras forma de ser, algunas veces de una gran timidez y hoy se arriesgan a dejar un hueco para acercarse al ser tan especial que evaluamos positivamente y quienes esperan siempre una señal de afecto.

La reflexión más importante del día, para las parejas de uniones de larga data, es determinar y auto examinarse, si como dice el refrán somos candil de la calle y oscuridad en la casa, para abrirnos al diálogo que permita ese reencuentro, que con tan buen pie se inició con el primer flechazo que impactó los corazones para entregarse al ser que debía ser el compañero.

Disfrutemos de la ocasión de la mejor manera, agradando a la pareja o al amigo o amiga, de manera que tantos afectos que permanecen dormidos se despierten y ya no sea tan solo para los fines de un ayuntamiento carnal ocasional, lo que es la mayoría de las veces, y luego deja más remordimientos que gratos recuerdos.