Sexo, dinero, política (III)

Sexo, dinero, política (III)

Los asuntos colectivos suelen arropar a los individuos; no hay modo de escapar de una sublevación contra las autoridades, de una guerra entre países, del terror ante una epidemia o un desastre natural. Incluso en una simple pedrea de barrio, el individuo que no participa es un observador impotente, parecido a un árbol o a un poste del alumbrado, pero mucho más vulnerable. Y así ocurre con las modas de vestir y otras injustificables modas de conducta. Un individuo con una corbata estrecha, o de un color que “no se lleva”, se sentirá avergonzado frente a los demás; se cubrirá el pecho con la chaqueta para ocultar “la corbata prohibida”.

Sexo, dinero, política, siendo quehaceres permanentes de los hombres, se ejercen de distintas maneras en cada época; las costumbres tiñen esas actividades con “ingredientes estacionales”. Aceptamos, para estar “a la moda”, un sexo enfermizo y desvirtuado, despojado de toda su fuerza salutífera. La “pornografía digital a la carta” nos uniforma sexualmente. Los individuos se pliegan a la anchura o estrechez en los diseños de corbatas, lo cual no hace mucho daño si usted puede pagar “el precio de la moda”. Pero ciertos “estilos en la vida sexual” de hoy pueden ser peores que una corbata demasiado apretada. A veces funcionan como la horca de un verdugo medieval.

¿Cuánto dinero es suficiente? Esta pregunta sólo pueden contestarla adecuadamente los sofistas de la antigua Grecia. El hombre “es la medida de todas las cosas”. El dinero “nunca sobra”, dicen millones de personas en el mundo desarrollado; en los países del tercer mundo la definición más socorrida del dinero es “aquello que nunca alcanza”. A unos, no les sobra para el constante consumo; a otros, no les alcanza para cubrir “la canasta familiar”. La gente y los economistas han contraído “manías monetaristas”.

Los políticos lanzan consignas –a diestra y siniestra– después de consultar expertos en mercadeo. ¿Cuántos grupos sociales debo reunir para mantener el poder en mis manos? ¿Cuál es la fórmula empleada por los países ricos para endeudarse? ¿Es así como esos estados disponen de más dinero para gastar? Los platos rotos los pagan siempre los más débiles, mediante la imposición de nuevos tributos y más privaciones.

 

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