Sexo en la tercera edad: más allá de los mitos

Sexo en la tercera edad: más allá de los mitos

El sexo es una forma de conectar y compartir íntimamente con otra persona, es una manifestación de entrega, pasión, amor… En fin, en todas sus formas es una actividad placentera y divertida que causa sensación de bienestar a nivel físico y mental.
En las relaciones de pareja es uno de los componentes básicos pues, además de fortalecer los lazos amorosos, también aumenta la confianza, la pasión, el respeto y otras cualidades que permiten disfrutar al máximo esta experiencia.
Durante los años de juventud y adultez, esta acción se ejerce de manera frecuente e intensa, pero llegada la tercera edad, muchas parejas hacen a un lado las relaciones sexuales.
Vivimos en una sociedad que ignora o incluso reprueba la faceta sexual de los mayores. Muchos ancianos aceptan esa norma no escrita del rechazo al sexo, escondiendo sus sentimientos sexuales y sus deseos a medida que envejecen.
Rondan mitos que van desde que ya los abuelos no tienen relaciones sexuales hasta que no sienten ningún tipo de deseo sexual.
Además, ocurre que durante esta etapa de la vida del ser humano, diferentes problemas médicos o psicológicos interfieren con la expresión normal de la sexualidad.

Para la terapeuta sexual del centro Terapia Boutique, Virginia Pérez, aunque el envejecer trae consigo una serie de cambios fisiológicos que, por supuesto, condicionan la actitud mental de la persona y por ende su actividad sexual, sin embargo, la pérdida del deseo sexual suele pasar en cualquier etapa de nuestras vidas.

“No necesariamente en la vejez se pierde el apetito sexual, ya sea por algún acontecimiento del momento, como por ejemplo el pasar por la pérdida de algo y vivir la transición del duelo, que vienen provocados por algunos factores psicológicos condicionados, en otras ocasiones, por miedos o falsas creencias. En conclusión el interés por el sexo no desaparece cuando se es un envejeciente”, aclara la especialista.
Sostiene que para disfrutar de una sexualidad plena durante este período es necesario reconocer y aceptar los cambios físicos que se producen a lo largo de nuestras vidas.

Cómo deben ser las relaciones sexuales durante la vejez. Las relaciones sexuales deben ser con calidad, ya que llegar a la tercera edad activos sexualmente es parte de la vida del ser humano y en muchas otras ocasiones una bendición, más que la frecuencia sexual, la madurez y el disfrute deben ser más plenos, según señala la doctora.
“Quizás esta etapa de la vida sea un buen momento para no tener el coito como punto principal y comenzar a descubrir nuevas sensaciones, para que nos lleven a nuevas emociones y placeres. En ocasiones con una simple caricia podemos experimentar sensaciones maravillosas”, afirma.
¿Qué hacer para mantener viva la llama de la pasión? Pérez explica que tanto los jóvenes como los envejecientes deben llevar una vida saludable a nivel físico y emocional, hacer ejercicio y tener una alimentación balanceada.
Además, es necesario que aprendan a sanar heridas emocionales y existenciales, en combinación con una relación de pareja sana, donde predomine el respeto, la comprensión, el apoyo y el amor siendo este último el mejor afrodisiaco para una relación.
En conclusión, las parejas adultas y ancianas, siempre deben recordar que el sexo aumenta la confianza, seguridad propia, reduce el estrés y potencia la comunicación.

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