Tiene 23 años de edad, Yosselyn (nombre ficticio), tras varios años de deserción escolar está tratando de aprobar el bachillerato en una escuela pública del sector Los Ríos, pues, debido a los problemas emocionales y traumáticos provocados por las violaciones sexuales de dos de sus tíos y la falta de apoyo de sus padres, enfrenta desde niña déficit de atención y problemas de aprendizaje.
“Cuando tenía ocho años, mi mamá me mandó a vivir con mi papá a Los Alcarrizos, decía que no podía conmigo, porque me portaba muy mal, llegué a una casa donde vivían mi papa, mis abuelos y dos tíos de 15 y 17, por ahí”, recuerda.
Cuenta que desde el principio uno de sus tíos (el más pequeño) la tocaba por todo el cuerpo, hasta que un día la convenció de hacerle sexo oral, con la promesa de que le compraría una paleta de helado.
Su tío mayor llegó más lejos, un tiempo después la violó y durante varios meses la obligó a tener relaciones sexuales con él, bajo la amenaza de darle un pela si no lo hacía.
Todo esto supuso un dolor físico y emocional inmenso para la entonces niña de ocho años, pero no se compara con la decepción y sentimiento de abandono provocado por la indiferencia de sus padres.
“Ni me creyeron, ni tampoco me defendieron, dijeron que yo los tenía hartos de hacer ‘diabluras’”, cuenta.
Yosselyn no es un caso aislado, pues el abuso sexual constituye la segunda violación más frecuente que se inflige en niñas y niños en este país, luego del castigo físico y psicológico como forma cultural de corrección, situación que se repite con frecuencia en los hogares dominicanos, principalmente en los sectores marginados, por el estado de hacinamiento en que viven.
Recientemente el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, dijo que en el primer trimestre de este año, se han registrado 2,315 casos de abuso sexual y violencia infantil en el país y son 455 las víctimas referidas al Centro de Atención Integral para Niños, Niñas y Adolescentes y sus Familiares (CAINNAF).
Así mismo declaró que el Distrito Nacional y las provincias de Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia , Santiago, San Pedro de Macorís y Barahona son las demarcaciones donde más hechos de esa naturaleza se reportaron en enero-abril del año en curso.
Un mal de siempre. En República Dominicana se reportaron cifras preocupantes de hombres y mujeres con historial de abuso sexual infantil. El pasado año, el Instituto de Sexualidad Humana de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) atendió alrededor de 25,000 mujeres de las cuales un 30% fueron víctimas de abuso sexual durante su infancia. En el caso de los hombres, los resultados fueron de un 10%.
De estos resultados, se descubrió que el 43% de las mujeres y el 31% de los hombres sufren de disfunción sexual, además de trastornos psicológicos como: pánico social, depresión, baja autoestima, sentimiento de culpa y tendencia suicida.
En lo que va de año, unas 10 personas han sido condenadas y dictadas medidas de coerción por cometer este delito. El caso más reciente ocurrió el 29 de marzo, cuando la Fiscalía de Santo Domingo solicitó prisión preventiva contra un hombre que abusó sexualmente de su hijastra de 11 años, a quien, además, dejó en estado de gestación.
En una visita al país la representante del Secretario General de Naciones Unidas en temas de violencia infantil, Marta Santos Pais, manifestó preocupación por la magnitud del problema de la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en República Dominicana.
Recomendó que en el país se apruebe la llamada hoja de ruta nacional 2014-2017, una agenda que define prioridades y líneas de acción en asuntos de niñez y adolescencia. “El Estado tiene la obligación de garantizar que los que cometan actos de violencia rindan cuentas”, dijo Santos Pais.