Sexo, vejez y salud

Sexo, vejez y salud

Hay gran cantidad de enfermedades entre los hombres y las mujeres que pueden interferir con la respuesta sexual. Entre las más frecuentes podemos mencionar la diabetes, la hipertensión, enfermedades del sistema nervioso, enfermedades metabólicas y endocrinas, empleo de algunos medicamentos, etc. Todas estas enfermedades pueden causar trastornos en la respuesta sexual y, en consecuencia, una disfunción sexual. La enfermedad por si sola puede ser causa de disfunción sexual , o el simple hecho de sentirse enfermo provoca un cambio sociológico que genera una disfunción sexual.

Existen enfermedades que son consideradas extremadamente graves, como las enfermedades cardíacas y las pulmonares que, sin embargo, no afectan al desempeño sexual de la pareja; de todas maneras será el médico o el terapeuta el que indique la posibilidad, la frecuencia y la forma en la que se deben desempeñar las relaciones sexuales. Muchos pacientes usan este tipo de enfermedades como excusa para no mantener una vida sexual adecuada con su pareja.

En el grupo de las enfermedades cardíacas tiene interés especial el infarto cardíaco, por su gran frecuencia y porque se trata fácilmente, ya sea con medicamentos o con cirugía. El paciente queda con una sensación de imposibilidad y peligro para mantener relaciones sexuales. Se sabe que uno o dos meses después de producido el infarto se puede reiniciar la vida sexual sin peligro de producir un nuevo infarto.

Son muy pocas las razones para que el cardiólogo indique abstención sexual.

Se sabe también de manera estadística que las personas que luego de un infarto reinician su vida sexual, la mantienen con el mismo ritmo y frecuencia anterior, y lo más importante es que las parejas que reinician su vida sexual tienen menos posibilidades de volver a tener un infarto que aquellas que se mantienen sin sexo.

Otra enfermedad muy importante a señalar al final de la madurez y en la vejez es la hipertrofia prostática o crecimiento de la próstata y los pacientes que se someten a cirugía de la misma.

El dato

El mayor porcentaje de pacientes operados de la próstata se debe al crecimiento benigno de la misma, y muy pocos por cáncer de próstata. Los métodos quirúrgicos son muy variados y pueden ir desde la cirugía abierta o con herida, a la cirugía cerrada o transuretral y en ciertos casos cirugía Láser. En las intervenciones abiertas y en las trasuretrales, un 95% de pacientes queda con eyaculación retrógrada, o sea que en el momento de la eyaculación la mayoría del semen se dirige hacia la vejiga y una pequeña cantidad sale por la uretra, que es lo que el paciente ve. Todo el semen es eliminado posteriormente junto con la orina en la siguiente micción sin que esto cause ningún daño o molestia a la persona. Cuando se trata de cirugía láser la eyaculación retrógrada se produce sólo en el 5% de los casos.

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