)Sexo y violencia escolares?

)Sexo y violencia escolares?

En el artículo anterior, empezamos a hablar de los efectos dañinos que en la mente de todos hace la presencia abusiva del sexo frecuentemente con tintes pornográficos y la violencia en los medios de comunicación. Mencionamos un caso de sexo en internet, pero hay muchas otras formas, como ahora veremos.

Cuando se habla de medios de comunicación sólo pensamos en radio, prensa, televisión, internet, pero en realidad, hay más medios tan importantes como ellos. Me refiero a los profesores, la familia, colegios y universidades, al cine, a los libros, revistas, etc.

Por ejemplo, las portadas de los cuadernos escolares y universitarios son también un medio, un espacio de exponer mensajes. En nuestro país, por carecer de una efectiva regulación de los mismos, se han convertido en otra vía de incitación al sexo y la violencia. Nuestros niños estudian cada año en cuadernos que tienen como imágenes a figuras del cine, la televisión y hasta de las telenovelas, las cuales no siempre tienen una conducta modelo para pautar el buen comportamiento, sino todo lo contrario. Esas figuras, esos íconos sociales, esos ídolos de los jóvenes, aparecen en fotos muy reveladoras de sus intimidades físicas, en ropa que muestra casi todo lo que tiene su cuerpo, y en actitudes provocadoras. Sus imágenes juegan un papel en el proceso de aceleración a una actividad sexual prematura de nuestros adolescentes, produciendo junto a otros factores sociales esa terrible tara social que significan niñas embarazadas sin tener la madurez necesaria para educar correctamente a sus hijos, ya que ellas mismas son muchachos que no han terminado de ser criados.

No podemos culpar de la presencia de estas fotos a los mercadeadores de esos cuadernos o a los diseñadores que les ponen las gráficas, pues ellos actúan respondiendo al viejo principio macluhaniano de que la publicidad para ser efectiva debe devolverle al consumidor su imagen idealizada, sus aspiraciones idealizadas, sus sueños idealizados. Es decir, convertir al producto en la puerta de entrada a lo que él o ella sueña ser en su vida real. Y para esto, naturalmente, se usan a quienes se han convertido en líderes del consumidor, que sueña ser Jennifer López, Madonna, Michael Jackson, Shakira o Sammy Sosa.

La publicidad cumple su misión social aquí, que no es la de educar a las multitudes ni dictar normas morales de comportamiento, a menos que ellas no hayan sido determinadas por las investigaciones de mercado como armas útiles de ventas sino simplemente vender un producto.

La responsabilidad o irresponsabilidad de estas imágenes la tienen quienes desde la Secretaría de Estado de Educación, desde la Secretaría de Cultura, deben estar atentos y vigilantes, para dictar pautas sobre qué ilustraciones deben tener esos cuadernos. Es más, deben hacer caso a ese excelente ensayista y culto intelectual domininicano, Federico Henríquez Gratereaux, quien en la página 14 de su libro «Un ciclón en una botella», nos dice: «Los cuadernos escolares podrían lucir en las cubiertas a los próceres de la independencia y en las contratapas a Eduardo Brito o a Juan Marichal. He aquí una misión para los educadores de la República Dominicana».

De modo que así como ahora los gobiernos del mundo están legislando para controlar toda la basura que circula a través de las hondas de internet, en nuestro país requerimos de disposiciones que hagan que nuestros héroes sean quienes aparezcan en las portadas de los libros y cuadernos escolares, pues esos sí estimulan la buena conducta. Y, como señala Henríquez Gratereaux, también serviría para elevar la propia imagen como nación y combatir nuestro pesimismo.

Porque para curarnos de los efectos nosivos de la porno, la violencia, la baja autoestima nacional y otros males psicosociales, debemos ir a sus raíces a poner los remedios, a través de lo que yo llamaría un marketing relacional interno que produzca una reingeniería del concepto que tenemos del país que nos vio nacer.

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