Sextillizos están bien, pero
escasea la ayuda económica

Sextillizos están bien, pero<BR>escasea la ayuda económica

Por ALTAGRACIA ORTIZ
Los cinco sobrevivientes de los sextillizos que nacieron hace tres meses en la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia están bien, pero la ayuda oficial que reciben es escasa.

Viven en una casa que fue rentada por el secretario de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez, pero no tienen entradas económicas fijas, lo que dificulta la compra de pañales, mientras las cunas ya son muy pequeñas para el cuerpo en crecimiento de los prematuros.

De su lado, la madre de los cinco sobrevivientes que nacieron el 25 de mayo de este año, jamás ha vuelto a dormir con tranquilidad, porque los chiquitos duermen de día y lloran de noche.

Magdalena Rodríguez,  madre de los cinco pequeños  sabía que el reto no era fácil, pero se considera feliz  por la dicha. “Esto es hermoso, pero es amargo, debido al cúmulo de responsabilidades”, dice Rodríguez.

En el caso de sus cinco bebés, la única solidaridad que ha visto fluir es la del secretario de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez, quien  alquiló un apartamento  y  donó los ajuares de cama para los pequeños y la de la empresa Propigas que  regala  144 frascos de leche maternizada para prematuros.

Los  sobrevivientes, ya que uno murió al nacer, de la cesárea por sextillizos que tuvo Magdalena Rodríguez son Keyla Celena, Kiara Celena, Ciara Celena, Kira Celena y  el único varón, Luis Manuel.

 Aunque no se quejan por la poca solidaridad que han tenido, la casa que le fue alquilada está llena de mosquito, temen que el dengue pique a sus pequeños.

Los cinco bebés toman 48 unidades de leche maternizada. Cada uno de ellos toma tres onza del líquido cada tres horas.

Contrario al primer caso de sextillizos registrado en el país el 26 de diciembre del 2005, esta familia no posee una vivienda.

Las cunas que donó Salud Pública ya no tienen fuerza para sostener a los bebés y el gasto de la familia ronda en los RD$1,000 al mes.

El padre trabaja como chofer y la madre no esta desempleada, porque todo su tiempo está dedicado a los pequeños.

Salud Pública le prestó cinco enfermeras, pero no tienen entradas económicas fijas.

En un día los pequeños consumen de 36 a 40 pañales desechables, los cuales son comprados por la familia.

La abuela materna está entregada a ayudar a su hija y nietos.

Los cinco niños, un varón y cuatro hembras, lucen saludables, pero una persona en el edificio en que viven en el ensanche Ozama está ingresado por dengue y eso preocupa a vecinos y a la familia misma.

Niurka Díaz es una de las enfermeras contratada para ayudar a los niños.

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