Sextillizos Villa Mella van a la escuela este año

Sextillizos Villa Mella van a la escuela este año

Son los primeros sextillizos que registra la historia de la medicina dominicana. Se encuentran  en buen estado de salud, juegan, corren por toda la casa  y comen todo  tipo de alimentos.

Por ALTAGRACIA ORTIZ
Los sextillizos de Villa Mella que nacieron hace un año y ocho meses,  ingresarán a la escuela el mes próximo. Mientras llega ese día, cinco de los seis primeros sextillizos que registra la historia dominicana se dedican a hacer las más variadas travesuras.

Cuando la madre hace su entrada a la habitación de los  niños, tiene que salir de inmediato, pues todos a la vez piden que los cargue o los toque.

Paola Esther, Manuel Emilio, Emilio José, Hugo  Nicolás, Emely Mariel y Nerey Kiara  nacieron en el hospital General de la Plaza de la Salud, el 26 de diciembre del 2005.

Los niños dan “agua a beber” a sus padres Máxima Pérez y Emilio Figuereo. Esa responsabilidad también la asumen las abuelas materna y paterna y una trabajadora que ha sido contratada para ayudar con las tareas domésticas.

Los pequeños llenan de alegría  la casa ubicada en la calle primera número 80 del  Morro de Villa Mella.

Mientras Paola Esther estira el pie de su hermana Nerey Kiara, Hugo Nicolás trepa por las barras de su cuna, Manuel Emilio intenta escaparse a una de las jóvenes que lo cuidan.

Ríen a carcajadas, pero también gritan, se pelean y corren de un lado hacia otro. La labor de la casa se desarrolla mientras los padres trabajan en la fábrica de detergentes.

Los pequeños  bajan las escaleras de la casa, tocan los objetos y corren en busca de alimentos. Comen arroz, habicuelas, sopa, carne, jugo, leche y todo lo que le pasa cerca que ellos sepan que es alimentos.

Para los padres  es mejor que estén en la escuela que en el hogar, por eso ya indagaron sobre una guardería que es atendida por religiosas.

El padre de los  niños dice que  Emely Marie no irá a la guardería, pues se quedará en la casa  ya que tiene  dificultades psicomotoras.

Los niños, además de los alimentos consumen  pampers, ropa, duermen con su acondicionador de aire, por lo que todos los gastos de la vivienda se han disparado.

Sin embargo, la familia recibe ayuda de las secretarías de Educación y de Salud Pública. Las enfermeras que los cuidaban  ya fueron retiradas, pero los padres contrataron a dos empleadas, las cuales tienen entre las dos un salario de unos RD$10,000.

En la casa, revuelta por los  seis chiquillos, han sido colocadas fotos y pinturas alusivas al nacimiento, a la niñez y a la maternidad.

Vitalina Castillo, la madre de Emilio Figuereo,  ha sido una de los familiares más solidarios. Ella viene  desde Azua dos o tres veces al mes para integrarse al cuidado de los niños.

Cuando nacieron y fueron llevados a su casa de Villa Mella, todo era orden y tranquilidad en el hogar, ahora los niños lo ponen todo patas arriba, confiesa uno de las jóvenes que labora en los quehaceres domésticos.

El gasto estimado de esta familia es de RD$100,000 al mes. Ese dinero se gasta en energía eléctrica, comida, leche, vitaminas, pañales, ropa y pago de empleadas.

Sin embargo, los padres de esos niños no se duermen, trabajan mancomunados  en una fábrica de productos higiénicos que son comercializados con el nombre de Emily y que  llega al público a través de las tienda La Sirena.

Esta familia tiene además de los sextillizos otra niña que es la primogénita. Se trata de Fiordi Masiel.

En los primeros meses del nacimiento de los  niños, la casa de los Figuereo Pérez estaba llena de vecinos que colaboraban con la familia, en la actualidad la solidaridad viene de los más cercanos.

Uno de los problemas que ya comienza a enfrentar esta familia es la estrechez de la vivienda. Para eso, el padre y la madre ya adquirieron un solar en el cual piensan construir una nueva casa.

Máxima Pérez fue atendida en sus inicios en el Centro Médico Cubano, pero como el caso era complejo,  fue llevada al hospital General de la Plaza de la Salud, donde tuvo a sus hijos mediante cesárea.

El caso de los sextillizos de Villa Mella es el primero que registra la historia de la medicina dominicana.

El nacimiento de los seis niños prematuros ha sido presentado en numerosos congresos internacionales.

En la entrada frontal del hospital  de la Plaza de la Salud ha sido colocada una fotografía de los pequeños. Los médicos tienen el caso como parte de su historia profesional.

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