Hace 450 años de su nacimiento y aún sigue presente en el mundo literario y en sus aciertos políticos. Hamlet, el Rey Lear, El Mercader de Venecia, Julio César, etc., son obras de teatro que todavía parecen retratar el presente que nos ha tocado vivir al través de nuestras vidas; es que sus personajes son hombres y mujeres solamente movidos por sus pasiones, por eso aún interesan a toda la humanidad. Como hoy día, las vulgaridades y obscenidades de los hombres que actúan en nuestra política y en nuestra sociedad, siguen siendo como aquellas manifestadas por su célebre personaje Falstaff y en las mismas maneras son aplaudidas y no apreciadas como fueron las de Ofelia con sus bellas delicadezas. Es que a pesar de los pesares, las generaciones se suceden y sus costumbres también, aún cuando los gustos suelen cambiar. Los asiduos lectores de sus obras y el público que va a las representaciones teatrales de sus obras, vibran de entusiasmo por esas expresiones y conceptos. Y es por eso que a pesar del tiempo transcurrido, sus episodios muestran grandes similitudes con los actores políticos y sociales en este siglo XXI y por tanto por eso Shakespeare todavía es un clásico extraordinario. Las protestas del ayer son las mismas y por idénticos motivos, y por tanto él resulta como un axioma actualizado al decir que los Reyes como cualquier otro gobernante, no son intangibles y pueden llegar a ser destituidos por cualquier Congreso cuando sus errores provocan el descontento de sus pueblos, porque hay que recordar que los grandes políticos y actores de la sociedad, siempre han sido objeto de las conversaciones de los pequeños indigentes, no importan cuan míseros que estos sean.

En esas conversaciones “los que saben jugar con las palabras, con frecuencia las corrompen” pues hay palabras que son una vergüenza como las falsas promesas de los políticos, que las han deshonrado.

No solamente los personajes principales en las obras de Shakespeare son los que resultan más atractivos, también algunos personajes secundarios resultan inolvidables.