PARIS. AFP. La rusa Maria Sharapova estuvo a punto de convertirse en la primera máxima favorita en caer en primera ronda de Roland Garros ayer, día en el que por fin el vigente tricampeón del torneo en tierra batida, Rafael Nadal, pudo debutar y vencer, dejando atrás la lluvia.  

Sharapova, actual número uno mundial, rozó la eliminación de entrada en el único Grand Slam que aún no ha ganado ante su compatriota Evgenya Rodina, que en el tercer set de su primer partido en un Grand Slam llegó a ponerse 5-4 arriba, haciendo temer lo peor.

«He tenido problemas conmigo misma. Ese es el problema número uno», admitió Sharapova, que acabó venciendo por 6-1, 3-6 y 8-6 en una pista central azotada el miércoles por un fuerte viento que levantaba la tierra, tras dos días de lluvias torrenciales en el Bois de Boulogne.

Sharapova desperdició una buena ocasión de no cansarse en su primer compromiso de un torneo más abierto que nunca tras la repentina retirada de la belga Justine Henin, ganadora de las tres últimas ediciones y de cuatro en total.

Entretanto, daban un paso al frente la semifinalista de 2007, la serbia Ana Ivanovic, que se metió en la tercera ronda derrotando sin forzar a la checa Lucie Safarova (6-1 y 6-2), y la estadounidense Serena Williams, campeona 2002, que hizo lo propio venciendo a la francesa Mathilde Johansson por 6-2, 7-5.   El  Nadal, debutó por fin.