Un simple gesto como tomarle una foto a su hijo para luego subirla a las redes sociales con el deseo de compartirla con familiares y amigos puede causar estragos en la vida de ese niño.
Según el portal BBC MUNDO, el “sharenting” -un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad)- consiste en documentar todo lo relacionado con la vida de los hijos para luego compartirla en las redes sociales.
El ingeniero experto en tecnología Hiddekel Morrison define esta tendencia como una muy mala práctica de los padres en esta era digital, al compartir y difundir información digital, fotografía, animaciones, vídeos o textos vinculados a imágenes relacionadas a sus hijos.
Cataloga la práctica como lamentable y peligrosa, debido a que puede afectar potencialmente lo que se conoce como reputación digital o huella digital de estos niños.
“Los padres captan a los niños en supuestos momentos graciosos, pero luego crecen y se sienten avergonzados de ese contenido digital ya existente que se puede utilizar para hacerles bullying, afectándolos de manera psicológica”, lamenta.
Morrison explica que los estragos de esta tendencia ya se comienzan a observar en una primera generación de los nativos digitales, primeras víctimas de esta mala costumbre de los padres.
Según el experto, el otro componente preocupante es que estas fotos de los niños pueden ser utilizadas por grandes plataformas de pederastia y pornografía infantil y pueden ser manipuladas a través de software para introducir sus rostros o cuerpo e incluso hacer montajes tanto en fotos como en vídeo para refrescar el material ilícito que manejan.
“Muchos padres o tutores suelen publicar fotos y vídeos de los niños bailando, en paños menores o con poca ropa, permitiéndole a aquellos perturbados que existen en los medios digitales tener acceso a ellas, para utilizarlas para sus desviaciones psicológicas”, alerta.
Detalló que recientemente se identificaron en el país más de 20 mil conexiones IP de personas que buscaban pornografía infantil, por lo que recomienda a los padres abstenerse de publicar contenidos de sus hijos. Dijo que cuando lo hagan, hacerlo de manera formal, cuidando que no estén haciendo ningún tipo de mueca ni que estén en ropa interior o haciendo algo que más adelante pueda avergonzarlos.