No hay género que se le resista a las secuelas.
La animación, por supuesto, no iba a ser una excepción.
De hecho, el mercado de cine para niños es uno de los más lucrativos y eso, no en vano, lo demostró Disney, cuyo ejemplo han sabido seguir casas como Pixar. Y es que los niños no se limitan a ver la película.

Ellos adquieren, gracias a la publicidad masiva, todo lo que acompaña a dicho film: Revistas, libros ilustrados, comics, figuritas y todo tipo de memorabilia.

Imagínense, y es sólo un ejemplo, los beneficios que se obtienen de parques temáticos como Disneyworld, sueño dorado de la infancia, regalo de vacaciones de padres pudientes para sus hijos que no se van de ahí sin la foto obligada junto a Mickey.

La familia de los personajes de fantasía va en aumento.

Aunque hoy por hoy no sean tan populares ni el Pato Donald ni Pluto, no hay niño que no los conozca de referencia, aunque sus nuevos héroes tengan otros nombres, algunos tan extraños y difíciles de pronunciar como el de Shreck.

Las secuelas han existido desde siempre, pero en la época del cine clásico, los dibujos animados solían librarse de ellas.

Sólo después de décadas y décadas, por ejemplo, es que los estudios se atrevieron a realizar un “Bambi 2” que, desde luego, no puede compararse en calidad con la original.

Pensando en el porqué de la inexistencia de secuelas en aquellos tiempos, llegamos a la conclusión de que muchos de los “cartoons” duraban de ocho a diez minutos y se proyectaban en las salas de cine como preámbulos de la película que constituía la principal atracción.

Tom y Jerry eran así compañeros habituales de todas las semanas y, de vez en cuando nos encontrábamos con festivales del Pájaro Loco o de cualquiera de sus amigos de la Warner.

Pero ni Blanca Nieves ni Cenicienta ni Dumbo ni Pinocho tenían continuaciones.

Suponíamos todos, como debía ser, que ellos vivieron felices para siempre en esos países de fábula. Ahora no.

Ahora los productores son más ambiciosos y ofrecen sagas interminables de las andanzas de estos caracteres.

Algunas de estas continuaciones no van a la pantalla grande y se lanzan directamente en DVD como fuera el caso de “Pocahontas” o “La sirenita”.

Sólo las más taquilleras, las que merecen el mayor respeto, son tratadas con distinción y programadas en esa temporada veraniega que es donde se obtienen mayores beneficios económicos de este tipo de productos al estilo “Toy story 2” y algunos etcéteras.

Además la industria, sabiamente, se las ha ingeniado, para que este tipo de películas interese, no sólo a los niños, sino también a los adultos.

En otros tiempos, cuando se proyectaban películas animadas en las salas de cine, había que cambiar la programación de las tandas nocturnas, pues los adultos se mostraban reacios a ver esta clase de cintas.

Ahora gustan por igual a chicos y grandes.

Eso está muy bien.

Lo que no está tan bien es que los pequeños disfruten también y sin restricción, de todas las cintas de violencia y terror que se proyectan en la televisión y en el cable. Pero eso es otra cosa.

SHRECK TERCERO

(Título original: Shreck the third, Dir: Chris Millar y Raman Hui, Int: Mike Myers, Eddie Murphy, Cameron Díaz, Antonio Banderas, Justin Timberlane)

William Steig escribió el libro en el que se basaron las dos primeras entregas de la historia de este simpático ogro y de sus amigos.

Ahora la historia le corresponde a Adam Adamson, quien ya había escrito  la segunda parte, y en el guión trabajó Howard Gould.

Con esto queremos decir que ya no es la misma cosa. Nos hace falta Steig para idear situaciones jocosas y originales.

Lo que vemos en la pantalla, por muy extraordinario que resulte en cuanto a técnica de animación, es algo extremadamente soso, sin gracia y sin demasiados alicientes para unos pequeños que, en la tanda en la que vimos la película, se comportaron extremadamente mal y apenas se rieron en dos o tres momentos.

Los mismos estupendos actores que prestan las voces, y gracias al cielo pudimos ver una copia subtitulada, se notan desanimados talvez porque sus líneas no poseen la brillantez de antaño.

Aún así, aunque se nos siga destruyendo con tantas secuelas el sabor tan agradable que nos dejara la original, la saga continuará ya que “Shreck” se ha convertido en una franquicia millonaria y esta entrega ha roto todos los records en cuanto a apertura de un film de animación. Desvaída, fría y a pesar de Pinocho, Blanca Nieves, La Cenicienta, El Capitán Garfio y demás añadidos, “Shreck el tercero” puede ser desbancada de su trono desde que surja otro largometraje hecho con imaginación y gracia que no es el caso presente.

Calificación: 3 (Aceptable)