El arresto del capo de la droga mexicano Ismael «El Mayo» Zambada por parte de Estados Unidos el jueves causó estupor internacional, pero también dejó varias preguntas abiertas.
Zambada, de 76 años, había evitado durante décadas el arresto en su país natal como líder del cartel de Sinaloa que fundó junto a Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien cumple cadena perpetua en una prisión de EE.UU.
La primera incógnita es cómo se produjo exactamente el arresto de un narco que parecía inalcanzable para las fuerzas policiales a ambos lados de la frontera.
Medios estadounidenses informan, citando a funcionarios anónimos de ese país, que El Mayo fue llevado por engaño en un avión a El Paso, Texas, por un miembro de alto rango del cartel de Sinaloa.
Falko Ernst, analista sénior en México del International Crisis Group, advierte que de confirmarse eso podría haber nuevos actos de violencia dentro del cartel de Sinaloa.
Este experto en crimen organizado considera probable que surja una lucha intestina por el nuevo liderazgo de la organización, pero descarta grandes cambios en el negocio del narco en México.
Y apunta que otra duda es cuánto revelará Zambada de sus vínculos con gobiernos, ya que se cree, según distintos testimonios, que durante años entregó sobornos y colaboración a cambio de permanecer libre.
«Si alguien como El Mayo se abriera por completo y soltara toda la información, sería algo potencialmente bastante desestabilizador para las relaciones bilaterales», dice Ernst en una entrevista con BBC Mundo.
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