El proyecto de reforma constitucional del Presidente Leonel Fernández llegó ayer al Congreso Nacional. Lo llevó el mismo jefe de Estado, quien en un discurso dijo que el mismo provocará grandes discusiones. La pieza propone cambios sustanciales en el orden político y jurídico del país, incluyendo la reelección presidencial y la redefinición de la nacionalidad dominicana y cómo acceder a ésta.

El presidente Leonel Fernández acudió ayer al Congreso Nacional, donde  depositó un controversial proyecto de reforma constitucional en el que  plantea modificaciones sustanciales al actual orden jurídico, social y político  y que, según dijo, espera selle el inicio de lo que debe ser “la revolución democrática en la República Dominicana”.

Fernández, quien sometió el proyecto vía el Senado de la República, anticipó que habrá debates y una “gran  controversia” en torno a varios de los aspectos que plantea reformar, especialmente concernientes a la nacionalidad, la repostulación  presidencial y la unificación de las elecciones nacionales con las congresuales y municipales.

Pero el proyecto plantea la creación de la figura del Defensor del Pueblo, otorgar facultad a los ciudadanos comunes para presentar proyectos de leyes al Congreso, siempre y cuando cuenten con el respaldo del 5 por ciento del electorado, y crea un tribunal de garantías constitucionales, según expuso.

Otras reformas abarcan el ámbito del Poder Judicial y de la propia Junta Central Electoral, estableciendo los requisitos básicos para la obtención de la nacionalidad.

Sobre el tema de la repostulación, Fernández llamó a crear un mecanismo constitucional que sea una especie de balance entre negar la perpetuación en el Poder, permitir la emergencia de nuevos liderazgos, pero que tampoco rechace o desestime la experiencia acumulada de una persona que ya desempeñó la jefatura del Estado.

El jefe de Estado, acompañado del vicepresidente Rafael Alburquerque, presentó el proyecto en una ceremonia en el salón de la Asamblea Nacional en presencia de senadores y diputados de los  partidos, miembros del gabinete, monseñor Agripino Nuñez Collado y representantes de la sociedad civil.

Defendió su posición de que la reforma sea a través de una Asamblea Revisora, argumentando  que desde el punto de vista legal, “es el único mecanismo actualmente reconocido por nuestro ordenamiento jurídico”, y en que una Constituyente, como plantea la oposición,  sería desconocer la legitimidad de la actual composición del Congreso.

Sobre las alternativas que se debaten en torno a la repostulación, Fernández dijo que no podía ocultar “que he tenido que meditar y reflexionar mucho sobre eso, tratando de ser lo más comprensivo, lo más amplio y lo más plural posible en bienestar de la democracia en la República Dominicana”.

Planteó como primer criterio, “diseñar un mecanismo o sistema en que ni ahora ni después nadie pueda crear un monopolio para perpetuarse en el Poder”.

Sobre el mismo aspecto, llamó también a crear la oportunidad para la emergencia de nuevos liderazgos, garantizando la renovación continua del liderazgo político y, por último, que no se deseche o desestime el liderazgo que ya acumuló experiencia.

Fernández entiende que tomar en cuenta estos criterios “crea el balance necesario para que la República Dominicana cuente con un liderazgo político joven y experimentado que sea la garantía de la consolidación democrática del país”.

Fernández pronosticó también que otra propuesta que generará controversias es la necesidad de restablecer la unificación de las elecciones nacionales y congresuales. Dijo que se propone una resolución transitoria para que los representantes congresuales y municipales que se escojan en las elecciones del 2010 cumplan un período de dos años, comprometiéndose los partidos políticos a permitir su repostulación en las elecciones del año 2012. “Pero esto debe ser objeto de un consenso, de un debate”, dijo.

Reforma abarca límites fronterizos

El proyecto, agregó Fernández,  establece el límite territorial mediante un sistema de organización del territorio, así como precisa el concepto  “nacionalidad” y la condición de “transnacionalidad”.

“Es decir, agregó, que ocurre con los hijos de dominicanos nacidos en el exterior, si gozan de la doble nacionalidad o si es una sola al llegar a los 18 años de edad”.

El proyecto precisa también los derechos fundamentales reconocidos por tratados y convenios internacionales, dijo Fernández, destacando que la nueva Constitución  establecería las garantías para el ejercicio pleno de los derechos humanos. En este orden, dijo, se establecerán órganos jurisdiccionales que garanticen el ejercicio de esos derechos fundamentales como, por ejemplo, dándole carácter constitucional a la tutela o ejercicio del Derecho de Amparo y estableciendo la figura del  Defensor del Pueblo dentro de la Carta Magna.

En la nueva Constitución, dijo Fernández, se facultará a cualquier ciudadano que cuenta con el respaldo del 5 por ciento de los electores inscriptos en la Junta Central Electoral (JCE) a presentar un proyecto de ley   en el Congreso.

También plantea reformas profundas en el ámbito judicial, así como en  el régimen electoral.