Si es una corporación no iba a actuar como ventorrillo

Si es una corporación no iba a actuar como ventorrillo

Teófilo Quico Tabar

Desde hace mucho tiempo, políticos, analistas, contertulios y demás, por las diversas vías que actualmente ofrece la comunicación, han sostenido que el PLD actúa como una Corporación. Tema este, al que muy pocos peledeístas, para no decir ninguno, ha externado criterios desmintiendo o aclarando.
Pero el hecho es que a quienes entienden y afirman que los peledeístas actúan como una corporación, no debe sorprenderles que actúen conforme a lo que ellos afirman. Pues si son una corporación, su naturaleza no les permite actuar como un ventorrillo. Porque las corporaciones actúan en función de su esencia y naturaleza.
Lo que ocurrió el sábado en la reunión del PLD era previsible. Actuaron de acuerdo a sus conveniencias. De tal manera, que no es fácil determinar quién ganó o perdió. Y mientras tanto, han puesto a muchos analistas, incluso algunos de sus filas, a teorizar y predecir tales o cuales futuras acciones. Pero la experiencia lógica indica, que igualmente será previsible lo que ocurra en cualquiera de sus futuras reuniones deliberativas.
Porque en el PLD priman dos pensamientos fundamentales de su fundador y guía. Primero, que saber gobernar es mantenerse en el poder. O se olvida que esa fue, probablemente, la primera lección política que ofreció Bosch, incluso en el famoso debate con el padre Láutico García, días antes de las elecciones del año 1962, cuando ganó de manera abrumadora las primeras elecciones democráticas luego de la caída de la tiranía trujillista.
Y segundo, aquella expresión que se le atribuye a otro dirigente peledeísta, pero que es de don Juan, en el sentido de que: “en política no se hace lo que no conviene”.
Partiendo de esas dos lecciones, de esos dos conceptos, bajo los cuales se curtieron los peledeístas, nadie que entienda un poco de política, y analice sin prejuicios y sin pasión, podría pensar que el PLD se iba a dividir por el tema de convenciones abiertas o cerradas. Algo que, si bien tiene importancia para algunos dirigentes, no es un asunto fundamental. Cosa que también enseñó Bosch. Diferenciar entre los aspectos trascendentes e intrascendentes.
Porque para entender y analizar el comportamiento de una corporación, hay que usar métodos propios de corporaciones, no de ventorrillo.
Para terminar, según wikipedia: “La palabra Corporación se deriva del Latín corpus, cuerpo. En la época de Justiniano (527-565) el derecho romano reconoció una serie de entidades corporativas bajo los nombres de universitas, corpus o collegium. Estos incluían al propio Estado (populus Romanus), a los municipios y a las asociaciones privadas tales como patrocinadores de cultos religiosos, clubes de entierro, grupos políticos y gremios de artesanos o comerciantes. Tales organismos tenían el derecho a poseer propiedad, a hacer contratos, a recibir donaciones y legados, a demandar y ser demandados, y en general a realizar actos jurídicos por medio de representantes. A las asociaciones privadas se les concedió privilegios y libertades designados por el emperador” Pues una corporación pone, en primer lugar, su supervivencia y el logro de sus objetivos fundamentales.

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