Alguien dijo que en la guerra, y un amigo mío agrega que también en el amor, los mejores recursos no se utilizan primero. En el deporte del béisbol existe la figura del bateador designado, a quien se saca al juego cuando la situación lo amerita.

Los partidos políticos, por la lucha de intereses individuales que los caracterizan, no siempre sacan a sus mejores jugadores en los momentos necesarios. Los grupos que interactúan en los partidos prefieren en ocasiones perder con uno de los suyos que ganar con un copartidario de otra corriente, así como apostar al fracaso de los que no son sus patrocinados.

El PRD, sin embargo, ha sacado al juego a tres estelares para la  organización de la próxima convención, donde se habrá de escoger el candidato presidencial  para las elecciones que se celebrarán en el  año dos mil doce.  Hugo Tolentino, Milagro Ortiz y Enmanuel Esquea constituyen un lujo para cualquier institución política y para cualquier sociedad, por su adecuado comportamiento, su reciedumbre moral, probada capacidad  y recio carácter.

El PRD no puede darse el lujo de permitir el fracaso de esta Comisión, pues cuando se recurre a los mejores y éstos fracasan viene el caos. El PRD organizado y militante constituye algo más del 30% de la población votante del país, por lo que un desequilibrio de ese partido implica un desequilibrio del sistema democrático, que en nuestro país acusa, aún, grandes debilidades. Cuando se juegan las mejores cartas es para ganar; esto deben tomarlo en cuenta hasta los más temerarios de los contendores. Si alguien osara conspirar para que esa Comisión tenga tropiezos, el partido llorará lágrimas de sangre, el que lo intentare tendrá que rendirle cuenta a la militancia  y a la sociedad dominicana que seguro no se lo perdonará. Advertido está.