Israel declaró persona “no grata” al presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, y le pidió una disculpa por comparar la guerra (si es que esta matanza se puede llamar así) en Gaza con el Holocausto.
Es bueno recordar que el “viacrucis” de los palestinos se inició desde que las potencias se idearon instalar un Estado judío en estas tierras ya ocupadas. No olvidemos que este Israel es un invento moderno, y hasta David Ben Gurion sabía que los palestinos son los auténticos descendientes de los judíos antiguos.
Así el ataque de Hamás del 7 de octubre –acción condenada a nivel mundial- que dejó 1,200 israelíes muertos, muchos heridos y secuestrados, no es más que una dolorosa página del conflicto.
Hoy han pasado más de 140 días de las acciones de Hamás e Israel ha matado más de 30 mil palestinos, incluido niños, mujeres y envejecientes, y, al parecer, no ha saciado su sed de venganza.
El pronunciamiento de Lula va acorde con el dolor expresado por el secretario general de la ONU, António Guterres, el papa Francisco, los presidentes de Bolivia y Colombia y otros países.
Y con las duras palabras del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. También son consignas de las multitudes en el mundo: “Paren ya ese genocidio”.
Gaza de ser una cárcel a cielo abierto de 2.4 millones de habitantes moribundos es hoy un cementerio quemado a bombazos por Israel con el silencio cómplice de los gobiernos de Occidente -los mismos que les envían armas- y que bloquean en ONU cualquier asomo de tregua.