Si le duele el talón, vigile su colesterol

Si le duele el talón, vigile su colesterol

EFE. REPORTAJES. El tendón de Aquiles no siempre duele debido a un esfuerzo muscular excesivo, un mal movimiento o un esguince en el pie. Cuando este ligamento presenta molestias durante tres días o más, puede ser un signo de que se ha heredado una tendencia familiar a tener el colesterol excesivamente elevado.

Algunas personas, alrededor de una de cada cuatrocientas en la población, presentan unos niveles de colesterol tan elevados en su sangre que llegan a duplicar o triplicar las cifras normales en la mayoría de la gente, lo que pone en peligro su vida; generalmente, se debe al trastorno denominado hipercolesterolemia familiar.

Si ya resulta sorprendente que una persona pueda vivir -aunque sería más exacto decir “sobrevivir” debido al elevado riesgo cardiovascular que tienen- con unas cantidades tan elevadas de colesterol en su organismo, más sorprende aún la forma en que esta enfermedad puede “avisar” de su presencia: a través del dolor persistente en los talones.

Un talón de Aquiles doloroso puede ser una señal de que se ha heredado la tendencia a tener el colesterol elevado y se sufre un tipo de hipercolesterolemia familiar denominada  “heterocigota” o HeFH, según investigadores del Reino Unido.

El autor principal de la investigación, el doctor Paul N. Durrington, del hospital Manchester Royal Infirmary, cree que un amplio reconocimiento del vínculo entre las molestias en este tendón y la HeFH puede conducir a un diagnóstico más temprano de este trastorno genético, que se debe a la mutación de un gen que controla la retirada de los lípidos de la circulación sanguínea.

«Los niveles del colesterol están duplicados en la persona desde su nacimiento, y si ello no se trata lleva a enfermedad coronaria muy temprana, por lo que un diagnóstico y tratamiento precoces son vitales», según el investigador británico

Una de las consecuencias de no tratar este tipo de hipercolesterolemia consiste en que el colesterol no sólo se deposita en las arterias, sino también en ciertas partes de los tendones, lo cual puede ocasionar la hinchazón e inflamación dolorosa del tendón de Aquiles, situado en el dorso del tobillo.

Riesgo en el corazón
El doctor Durrington y su equipo determinaron la presencia de dolor en el talón antes del diagnóstico de HeFH en 133 pacientes y lo compararon con su incidencia en 87 personas sanas.

Comprobaron que el 47 por ciento de los afectados por esta variedad de hipercolesterolemia, había experimentado al menos un episodio de dolor en uno o ambos tendones de Aquiles, en comparación con sólo el 7 por ciento de los individuos sanos.

El estudio sugiere que el dolor en el tendón de Aquiles durante tres días o más es 6,75 veces más frecuente en pacientes con HeFH que en la población general.

Aviso de un trastorno
Si ya es sorprendente que alguien pueda tener el doble o triple de los niveles normales de colesterol, más sorprende aún la forma en que este trastorno puede “avisar” de su presencia: a través del dolor persistente en los talones. Una de las consecuencias de no tratar la hipercolesterolemia consiste en que el colesterol no sólo se deposita en las arterias, sino también en ciertas partes de los tendones, lo cual puede ocasionar su hinchazón.

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