«Si Lucecita fuera hija de un legislador no llevaría a término un embarazo de una violación», dice Liliam Fondeur 

<STRONG>«Si Lucecita fuera hija de un legislador no llevaría a término un embarazo de una violación», dice Liliam Fondeur</STRONG> 

La ginecóloga y defensora de los derechos femeninos, Liliam Fondeur, dijo hoy que si “Lucecita”, la niña de 11 años de edad que dio a luz un bebé de cuatro libras, luego de ser violada, fuera hija de un legislador probablemente esta niña no estaría pasando por la crisis de llevar a término un embarazo y solo cargaría con una violación.

Agregó que los culpables son la pobreza en que vive la mayoría de la población dominicana, junto a los legisladores y legisladoras por mantener penalizado el aborto en todos los casos.

Cree en el país no se respetan derechos humanos. Dijo que el caso de la preadolescente evidencia cómo en el país los derechos humanos no se respetan y puntualizó que a los hospitales del país todos los días llegan niñas embarazadas por violación, debido a que una menor de edad no está facultada para sostener relaciones sexuales.

Agregó que los responsables de la situación de “Lucecita” son su agresor y el Ministerio de Salud Pública, al tiempo que precisó que indicó que es inaceptable que una niña lleve a término un embarazo, debido a que su cuerpo está todavía en formación y no se ha desarrollado, lo que podría poner en peligro su vida.

Recordó caso de «Esperancita».  La ocasión es propicia para rememorar el caso de “Esperancita”, la adolescente que perdió la vida, al padecer leucemia y quedar embarazada, lo que no le posibilitó recibir por parte de las autoridades de salud, un tratamiento oportuno, lo que provocó su muerte y antes un aborto espontáneo.

Declaró que nuestra sociedad es hipócrita y que tiene una doble moral, porque defienden la vida, pero no se preocupan de la vida de “Lucecita”.

“Esa niña va a cargar el resto de su vida con un producto que le va a recordar que fue violada”, expresó la doctora.

Sostuvo que tener un bebé que recuerde todos los días una violación no es parte de una vida digna y aprovechó para reiterar otra vez su llamado a los congresistas para que despenalicen el aborto para casos especiales como violación, incesto, cuando se trata de un producto poli malformado o si está en riesgo la vida de la madre.

Indicó que se les está robando la infancia a las niñas, porque el cuerpo de una menor no está preparado para la labor de parto y declaró que la niñez es un período de formación no solo psíquica, sino física.

Otras opiniones. Al respecto recientemente también hablaron la Colectiva Mujer y Salud,  el Foro Feminista y la Asociación Dominicana de Periodistas con Perspectiva de Género, entidades que expresaron gran preocupación por la desprotección en que se encuentran las niñas y mujeres dominicanas con relación a situaciones que comprometen su derecho a la vida y a la integridad personal.

Las instituciones hicieron un llamado a la sociedad dominicana para que se vele por la vida de “Lucecita”.

“La legislación dominicana al prohibir de manera absoluta la interrupción del embarazo sometió a Lucecita, al igual que a Esperancita, a un trato cruel, degradante e inhumano, colocándola en un hilo entre la vida y la muerte”, precisaron a través de un comunicado de prensa.

Decisión de vida. Consideraron arbitrario que una mujer, y en este caso una menor de edad,  víctima de violación sexual, no tenga en el país el derecho a decidir sobre su vida, su cuerpo y su sistema reproductivo.

“Resulta inhumano y cruel obligar a una niña de once años a llevar a término un embarazo”, indicaron.

Historia. «Lucecita» dio a luz a un niño de cuatro libras en el centro hospitalario Juan Pablo Pina tras quedar embarazada fruto de una violación cometida por un hombre allegado a su familia.

La niña de once años se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Plaza de la Salud, por estar afectada de un sangrado que la mantiene en estado delicado, según los galenos que la atienden.

La criatura es  fruto de una violación alegadamente cometida por Geudy José Martínez, de 28 años de edad, padre del recién nacido y quien se encuentra detenido en la Cárcel de Najayo sometido por el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de esta ciudad.

Historia de «Esperancita». El 17 de agosto del pasado año, el corazón de Rosaura Almonte, joven embarazada y con leucemia, dejó de latir. Los médicos que la atendieron explicaron que “Esperancita”, como era conocida en la prensa para proteger su identidad, murió víctima de pérdida grave de sangre y líquido, problemas respiratorios, aborto completo y leucemia.

“La paciente nunca respondió a la terapia con sangre y plaquetas, hizo un paro respiratorio y falleció”, informó en una rueda de prensa la directora del hospital del Seguro Médico de Maestros (SEMMA), Ysabel Menual, centro de salud donde la adolescente  se encontraba ingresada desde el día 2 de julio.

Los médicos agregaron que  “había muy mal pronóstico en este caso por la edad de la paciente (16 años), porque tenía los glóbulos blancos muy altos y mucha anemia y estaba embarazada”.

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