POR LEONORA RAMÍREZ S.
Todos los domingos Reynaldo Pared Pérez llamaba a Juan TH para que lo complaciera con la canción “Dame tu otoño”, de Amaury Pérez. Es que el presidente del Senado era asiduo oyente del programa “Las favoritas de Juan TH”, lamentablemente fuera del aire. La precisión viene a cuento porque algunos chicos ácidos se sorprendieron de la efusividad con que se saludaron Pared Pérez y Juan TH en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, quedando claro que su amistad es antiquísima.

En ese mismo ambiente de cordialidad otros debatieron sobre las malquerencias entre el Papa Benedicto XVI y los musulmanes, luego que el pontífice se refiriera a la violencia que supuestamente genera esa religión.

Unos a favor y otros en contra del Papa es lo que se puede decir hasta el momento sobre ese diálogo.

De lo demás, que tanto el Senado como la Cámara de Diputados iniciaron un proceso de transparencia, mediante el cual se dará apertura a la Oficina de Acceso a la Información Pública, a la oficina de Contraloría, se unificarán las nominillas, entre otras acciones que procuran mejorar las prácticas legislativas.

Esos datos los ofrecieron tanto Pared Pérez como Julio César Valentín, el presidente de la Cámara de Diputados, quienes asistieron al encuentro para contar sus planes en sus respectivos  hemiciclos, y para someterse al escrutinio de los chicos ácidos.

¿POR QUE NO COBRARAN LOS SENADORES?

Bueno, y quien se la puso dura a sus colegas fue el presidente del Senado, pues éste informó que los senadores que no declaren sus bienes, como estipula la Ley, no cobrarán sus chelitos, sí, esos devaluados e inservibles pesitos que esos servidores públicos reciben de los bolsillos de los contribuyentes.

Un chico ácido que no cree ni en su sombra le dio un voto de confianza a Pared Pérez…porque en otras ocasiones se ha hecho la misma amenaza pero al final no pasa nada.

¿Y LA ISLA? BIEN, GRACIAS

Como los chicos ácidos quedaron tan frustrados con la forma en que se manejó el contrato de la Isla Artificial y su reintroducción en el Congreso, Carlos O. Pérez, de El Día, les preguntó a Valentín y a Pared Pérez  que pasará con el controversial contrato, si algún ingenuo lo podría poner en  práctica.

“Está vigente el contrato pero una de las partes ha dicho que no le interesa”, respondió Pared Pérez, pero el reportero de El Día insistió “pero si no le interesa por qué no lo rescinde”

“Habría que preguntárselo al Poder Ejecutivo”, le expresó el senador. “Pero usted es parte importante del gobierno”, manifestó Pérez, quien obtuvo esta respuesta: “no podemos confundir los escenarios, yo soy el secretario general del Partido de la Liberación Dominicana, no del gobierno, son escenarios diferentes que hay que delimitarlos, y no podemos confundir los asuntos partidarios y políticos con los gubernamentales”.

EL OMBDUS MAN DE LOS CHICOS ACIDOS

Ese fue el consenso, Juan Bolívar Díaz es la personalidad que los chicos ácidos sugieren para que ocupe el cargo de Defensor del Pueblo, esa figura jurídica que todavía tiene el puesto vacante.

En ese sentido, Valentín manifestó que la figura del Defensor del Pueblo es una excelente herramienta para el fortalecimiento del estado de derecho, y quien ocupe ese cargo debe ser una persona con suficiente prestancia pública, comprometida con la sociedad y con las prácticas democráticas.

“Quien ostente esa posición no va a convertirse en un “vedeto” de radio y televisión para aspirar después a presidente de la República u otro cargo, sino una persona con suficiente autoridad y condiciones, y que llame la atención de las entidades encargadas de dar servicio público”.

¿Quedó claro?

LA CONSTITUYENTE Sͅ PERO

Pared Pérez reconoció, cuando se trató el tema de la reforma constitucional, que la introducción de la figura de la Constituyente aparece en el programa de gobierno del PLD, pero que ahora no es conveniente aplicarla porque no hay tiempo para ello.

¿Anjá, y cuál es la prisa?, preguntó una chica ácida que no encontró respuesta oficial, pero un colega le dijo al oído, es que los políticos, cuando dicen digo, lo que dicen es diego.