El economista Fernando Álvarez Bogaert advirtió ayer que si los funcionarios del Gobierno no dejan las manos libres al presidente electo Danilo Medina para estructurar un equipo que  enfrente  los grandes problemas que heredará, el nuevo Gobierno corre el riesgo de ser culpado por la población,   en pocos meses de haber iniciado su gestión,  de la crisis financiera que no ha generado.

Álvarez Bogaert dijo que los desafíos que enfrentará el Gobierno de Danilo Medina, por el nivel de la deuda, el déficit fiscal acumulado y las demandas sociales insatisfechas, son de los más grandes que ha enfrentado Gobierno alguno y que, en consecuencia, requieren de la estructuración de un equipo capaz y que tenga la voluntad política para tomar las acciones que conciten el apoyo y la comprensión de la población.

Advirtió que el modelo que ha seguido el país, que según dijo está basado en el endeudamiento y en el dispendio, es insostenible, y que el presidente electo está obligado a cambiarlo por un modelo que se apoye en la frugalidad, la obsesión por la competitividad y la equidad social.

Afirmó que el Gobierno tendrá que llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque reconoció que las negociaciones no serán fáciles por la situación financiera que heredará el Gobierno.

Cuestionó que el año pasado el Gobierno no haya buscado una renegociación de la deuda, cuando las tasas de interés estaban bajas, para reducir el pago del servicio en 750 millones de dólares anuales durante 2013 y 2014.

No obstante, Álv arez Bogaert manifestó que si se aplica una política para aprovechar los tratados de libre comercio y se prioriza las relaciones con China, aún sea de manera informal, el país podría sortear la difícil situación que va a heredar el Gobierno de Danilo Medina.

Dijo que China está invirtiendo en el Caribe 5,000 millones de dólares, coyuntura que debe aprovechar la República Dominicana.

Salarios.  Por otro lado, Álvarez Bogaert expresó su asombro por las pretensiones de mantener salarios en el país que calificó de obscenos.

Se preguntó  cómo es posible que en un país con la situación financiera que enfrenta la República Dominicana y con las demandas sociales insatisfechas haya funcionarios que ganen dos veces lo que gana el presidente de los Estados Unidos. Igualmente, cuestionó que haya funcionarios que devenguen salarios equivalentes a dos veces y media el salario que recibe el rey Juan Carlos en España.

Dijo que el Gobierno no estaría en calidad moral de exigir sacrificios a la población con esos niveles salariales.