Si no puedes con ella… mejórala

Si no puedes con ella… mejórala

Madrid. EFE. Sería absurdo no ser conscientes de que la hamburguesa, emblema universal del llamado “fast food”, forma parte de nuestra vida cotidiana, al menos de la de muchos millones de personas en todo el mundo. Las multinacionales de la hamburguesa se extienden por todo el planeta y obtienen muy jugosos beneficios, lo que indica que cuentan con una clientela fiel, qué digo fiel, totalmente adicta.

De nada vale recordar los ataques que la hamburguesa ha recibido de los críticos gastronómicos, de los ortodoxos de la cocina… El concepto, tontería negarlo, es muy bueno; incluso desde el punto tradicional una hamburguesa con todos sus sacramentos puede considerarse una comida completa y nutritiva.

Por si fuera poco esto, resulta que es fácil de comer -excepto para los incorregibles manazas que nos ponemos perdidos con las salsas- y, para redondear la imagen, barata.

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