Sí que se puede

Sí que se puede

Si faltaba alguna muestra de todo lo bueno que se puede lograr a través de la integración de los estudiantes, la jornada contra el mosquito transmisor del dengue en que estuvieron ocupados este martes se encargó de cubrir con creces esa falta.

La operación no sólo ha sido exitosa en términos de eliminación de hospederos del mosquito Aedes Aegypti, sino fundamentalmente en cuanto a formar tantos multiplicadores de conocimiento sobre el control ambiental que se debe tener en los hogares para evitar contaminación y vectores de enfermedades.

Finalizada la jornada, el común denominador en los hogares era la euforia de los escolares, no solamente narrando sus experiencias en su importante trabajo de campo para controlar una enfermedad que ha matado más de una treintena de personas, sino fundamentalmente transmitiendo y poniendo en práctica en el hogar las destrezas adquiridas.

-II-

La de este martes, por haber integrado a un ejército de incansables futuros hombres y mujeres, ha sido la tarea de prevención del dengue más importante y efectiva que se haya realizado en nuestro país.

Sería injusto pasar por alto la participación de profesionales de diversas especialidades médicos, maestros, militares y otros en estas actividades de control sanitario, pero la integración de los estudiantes en las mismas tiene la doble connotación de que, a la vez que sirven a la sociedad eliminando hospederos del transmisor del dengue, les deja un conocimiento que ellos se encargarán de multiplicar, en bien de la prevención.

Probablemente hemos dado un gran salto en materia de prevención del dengue, y se nos ocurre que se debería convertir en rutina la realización de operativos como el del martes para la preservación de la calidad ambiental en los entornos de los hogares, que equivale a prevención en salud.

-III-

Como reflexión, hagamos un chequeo retrospectivo de lo que hemos perdido desde que en las escuelas se abandonó la práctica de hacer una ceremonia formal y respetuosa para izar la bandera y a partir de que la «Instrucción Moral y Cívica» dejara de formar parte de las principales materias de estudio.

Revisemos qué ha pasado desde que decayera por falta de apoyo el movimiento de los boys scouts, que integraba a muchos niños y jóvenes en grupos de acción social, exploración y aprendizaje.

Veamos también cómo ha cambiado la conducta social de los muchachos en la medida en que han ido desapareciendo los clubes culturales y deportivos, en los cuales desarrollaban capacidades histriónicas, literarias y fisiológicas muchos de nuestros jóvenes.

Definitivamente, la integración de los estudiantes, públicos y privados, en tareas colectivas de bien social, como ha sido la batalla contra el mosquito del dengue, nos da una muestra muy valiosa de todo cuanto se puede lograr cuando estas tropas incansables e invencibles son adiestradas para trabajar por el bien común mientras aprenden. Planifiquemos, pues, las próximas jornadas.

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