Si Satanás fuera candidato

Si Satanás fuera candidato

Aunque parezca increíble, Satanás y sus secuaces, actuando de manera encubierta, podrían ser candidatos en este y cualquier otro país. Una vez se hizo un sondeo de radio en el interior (fue una falta de respeto) y, según dicen, Satanás ganó la contienda. De eso nadie tiene qué extrañarse, porque la audiencia de un programa suele tener las mismas preferencias del productor. Un locutor-político de la XYZ hizo un “sondeo” próximo a las elecciones, y el que ganó en su escrutinio perdió por mucho en las urnas. Jesucristo llamó a Satanás el príncipe de este mundo.

Lucifer maneja fondos de oscuro origen, tiene socios en Washington y Moscú; localmente cuenta con legisladores y magistrados, y tiene “enllaves” en las mejores familias de Sicilia y de Medellín. Les lleva ventaja a muchos aspirantes a cargos electivos, especialmente si son decentes. Siempre tiene quienes lo postulen, igualmente a los candaditos que le defienden intereses terrenales y del bajo mundo.

Si Satanás se postulase unos sentirían temor, otros estarían en sus aguas (azufradas). Desafortunadamente sus acólitos son más dañinos que el propio demonio. Satanás ayuda a ganar a candidatos poco hábiles y mal preparados, para cobrarles luego el favor. A los candidatos buenos el maligno los derrota fácilmente con calumnias repetidas por sus sicarios twitteros y radiofónicos. Otro problema: gran parte de la población no aprendió a leer-de-corrido y sabe poco-o-nada de matemáticas; no entienden de encuestas, ni leen las publicaciones; se conforman con repetir lo que dicen comentaristas que tampoco entienden de estadísticas.

Por ejemplo, tienen problemas con las preguntas tipo escenarios, en las que a cada entrevistado se le presenta una situación hipotética. Se le pide que imagine que los candidatos son: El Buen Samaritano, Barrabás y Satanás; y que diga por cuál de ellos votaría.

En esa situación o escenario, el entrevistado que simpatiza con el demonio lo señalará como su favorito. Otras gentes, acaso más realistas, preferirán a Barrabás, porque éste ha demostrado ser un hombre aguerrido y braguetudo. También unas cuantas personas piadosas que votarán por el Samaritano. Desde luego, como el escenario es una situación hipotética, es posible que en la realidad ninguno de los tres cuente con suficientes simpatizantes, ni llegue a ser candidato, porque su partido postulará a otro.

Lo ideal sería que habiendo, como se dice, tantas gentes buenas en nuestro país, la mayoría votase por un candidato piadoso, capaz de defender y ayudar más a los pobres, y que pusiese en puestos claves a gentes capacitada y decente, como usted, amig@ lector o lectora. Contando con Dios, nuestro país tendrá en el futuro mejores gobiernos, y los encuestadores seremos más respetados, porque todos los ciudadanos entenderán y utilizarán mejor nuestro trabajo, y no tendremos que esperar el día después de las elecciones para escuchar de nuevo las excusas por haber creído lo que decían de nosotros.

A propósito, en las elecciones presidenciales que van desde 1996 a la fecha, la empresa que dirijo no ha tenido, gracias al Señor, ni un solo desacierto. Él nos ha protegido del diablo.

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