Si se ocuparan

Si se ocuparan

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Creo que no es un problema histórico pero la historia enseña mucho. Enseña tanto que mucha gente aprende de la historia lo que se debió desechar. Pienso que los dominicanos no somos más brutos que la gente de otros países y a veces, aunque no lo quiera, recuerdo al profesor Arcadio Encarnación, quien en su clase de Ciencias Sociales postulaba que los pueblos que habitan en países de clima templado son más dados al estudio, a la investigación, a la organización. Aunque no tengamos las diferencias de climas extremas y definidamente marcadas, la pesca, la caza, la agricultura, la reproducción y crianza de los animales tienen su tiempo y quienes trabajan en esas áreas los conocen.

Del mismo modo que los pueblos saben cuál es el curso por donde corría el arroyo que convirtieron en un camino de piedras y cascajo por la deforestación y la búsqueda de arena y piedras para la construcción.

En menos de 30 años hubo terribles tragedias que ninguno podía controlar, aunque sí paliar los daños.

El ciclón David, la tormenta Federico, el huracán Georges y la tormenta Noel, son ejemplos pico que debemos tomar para prevenir nuevas desgracias para el futuro.

En un verso feliz el poeta Pedro Mir escribió que somos un país: «colocado en el mismo trayecto del sol». Cierto, pero también estamos colocados en la ruta de los huracanes tropicales que desde siempre nos azotan.

La falta de atención a los problemas, por parte de los gobiernos, es tan grave que la primera vez que recuerdo haber sido pasado en los hombros de mi padre por Jaquimeyes, para salir al claro en Fundación, fue en agosto de 1944.

Desde antes, hasta ahora y nadie sabe hasta cuándo, la gente de Jaquimeyes vivirá con la zozobra que se produce cuando el río Yaque del Sur comienza a subir porque está lloviendo para la cabeza.

Pongo ese caso que conozco bien. Hay similares en el país.

El Yuna, que da vida a una gran zona y alimentos a todos el país, cuando se bota se bota y no hay para nadie.

Ni lo de Jaquimeyes ni lo del Yuna es nuevo. Ambos y todos los otros casos sufridos y conocidos, son una permanente acusación a los gobiernos que no se ocuparon de resolver problemas que se sabía ocurrirían en algún momento, de manera inesperada.

Ante la profundidad de la tragedia producida por la tormenta Noel, el gobierno debía ocuparse de ubicar, estudiar, proponer y ejecutar soluciones.

Apena saber que, como en 1998, el Partido de la Liberación Dominicana y el gobierno el Presidente Leonel Fernández aprovechan el desastre para colocar letreros de propaganda partidaria a los paquetes de alimentos, medicinas, ropas y zapatos de ayudas locales e internacionales que no son fruto de contribuciones de sus altos funcionarios o de sus comités de base.

Señor, no te equivoques, no los perdones ellos saben muy bien lo que hacen.

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