Si se quiere, hay soluciones

Si se quiere, hay soluciones

Agentes desorganizan el tránsito y crean irritación en los conductores

Una ciudad, una región, una nación tienen una cantidad de problemas a los cuales se les puede dar solución definitiva si se ejecuta con seriedad y decisión un plan inteligente y viable.

Me refiero a asuntos tales como el transporte de pasajeros, que incluye en urbano y el interurbano.

El transporte urbano tiene muchas, infinitas soluciones pero son tantas que a veces nos confunde lo que tenemos ante los ojos y dejamos de ver el bosque que está detrás.

Por ejemplo, un buen plan de transporte urbano conlleva, necesariamente, la restricción a la importación de automóviles, la eliminación de exoneraciones de importación de vehículos y ser más selectivas las importciones tales como vehículos destinados a resolver problemas de traslado de insumos y de cosechas, por ejemplo.

Además, hacer eficiente un sistema de transporte colectivo, seguro, decente, higiénico, que cumpla irrestrictamente con los horarios, en vehículos grandes cómodos y con choferes entrenados y educados en cortesía y respeto al pasajero.

Organización de un sistema de taxis que opere con un número de vehículos que permita ofrecer un servicio eficiente.

Redirigir la circulación de vehículos pesados de carga para que transiten en horas de la noche, de las 8:00 pm a 5:00 a.m, para agilizar el tráfico en el día.

Organizar el estacionamiento de vehículos en las calles alternándolo con la recogida de basura de modo que el día que se permita estacionar en la acera sur, por ejemplo, se recoja a basura en el lado contrario.

Instruir a los policías de la Autoridad del Transporte para que no intervengan al semáforo a ninguna hora, salvo que conductores desaprensivos ocupen la intersección. Esos agentes desorganizan el tránsito y crean irritación en los conductores.

Aquí la autoridad o no lee, o no sabe leer u olvidó que siempre será juzgado por los buenos frutos de su gestión o por la mala gestión que desempeñó. Ojalá que lean esto aunque sea para descartarlo y colocarlo al lado de sus ideas y ejecutorias, si las tienen.

Creada una supercomisión para combatir la inseguridad ciudadana se dejan de lado las buenas experiencias del pasado, que sí las hay, por ejemplo, el Programa Policial de Integración Comunitaria (PPICO), en una nueva demostración de que cada maestro tiene su librito sin que importen las buenas experiencias. Seguimos inventando el hilo en bollitos.

¿Cómo se comunican los vecinos cuando hay un ladrón en el edificio multifamiliar o en el barrio? No hay integración, no hay comunicación, con un pito, con un silbato se pueden crear códigos de advertencia.

Así de simple puede ser la integración de las personas a un sistema de seguridad ciudadana, pero para eso se requiere de imaginación, trabajo, constancia y decisión. Para mí que no existen.

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