POR TIM CASEY
Opacado durante el regreso de Miguel Tejada al Coliseum la semana pasada estvo el ex torpedero de los Atléticos, logrando una marca que lo ligó a otro grande los Orioles de Baltimore. Tejada jugó su partido consecutivo 718 el martes pasado, superando a la leyenda de los Cachorros de Chicago, Ernie Banks en el puesto 14 de todos los tiempos.
Hasta ayer, a Tejada le faltaban apenas 1,910 juegos para el récord de Cal Ripken. El ex estelar de los Orioles (2,632 encuentros seguidos) y el grande de los Yanquis de Nueva York, Lou Gehrig (2,130) son los únicos dos jugadores con más de 1,910 seguidos.
Tejada podría pasarle a Ripken en el 2015, cuando tenga 39 años de edad. Pero Tejada dice que no cuenta con eso.
Me gusta jugar todos los días, dijo. Pero no busco la marca de Cal Ripken. Eso no es fácil de romper. Nadie va a romperla.
El 20 de septiembre de 1998, antes que los Orioles jugaran contra los Yanquis en Baltimore, Ripken dijo al dirigente Ray Miller que tomaría un día libre por primera vez en 16 años.
Casi seis años después, el asombro por la marca Ripken sigue para cualquiera que sigue el béisbol, aún remotamente.
Es como si preguntarse cuántos años pasó un niño yendo a la escuela sin faltar un día, dijo el entrenador Larry Davis. O un adulto en su trabajo que no llama para decir que está enfermo. Están las gripes, una diarrea, lo que sea. El hecho es que fue a trabajar todos los días y eso es asombroso.
Durante el Juego de Estrellas de 1996 en Filadelfia, Davis vio la tolerancia del dolor de Ripken bien de cerca.
Dos horas antes del juego, los estelares de la Liga Americana se reunieron para una foto del equipo.
Llegaba a la plataforma el entonces relevista de los Medias Blancas, Robert Hernández, quien se resbaló y rompió la nariz con el antebrazo a Ripken. Ripken jugó, aunque los Juegos de Estrellas no cuentan para las rachas.
El podía haber descansado, dijo Davis. Pero es un tipo diferente.
Davis mencionó varios factores que hacen la racha de Ripken algo casi imposible de romper.
Obviamente, no muchos jugadores duran 16 temporadas en las mayores, para no decir 16 temporadas seguidas.
Además, con los enfrentamientos dictando alineaciones, a veces un jugador superior descansa simplemente porque tiene un bajo promedio contra un lanzador particular.
Y en estos días, con los equipos invirtiendo millones en cada jugador, una lesión menor puede sacar a cualquier jugador de juego.
Otra razón: Durante una temporada de 162 partidos, los jugadores necesitan descanso. Por momentos, los equipos juegan dos o más semanas seguidas. No hay tiempo para sanar lesiones sin perder un juego.
El tercera base de los Atléticos Eric Chavez inició en la parte izquierda del infield junto a Tejada de 1999 al 2003. El se asombra por la durabilidad de Tejada, sabiendo lo difícil que es jugar una temporada completa.
¿Pero 16 años en línea como hizo Ripken?
Nunca será duplicado, dijo Chavez. Tuvo que jugar con hueso rotos, o un lanzamiento que lo golpeara, y aún así jugó. Eso fue sorprendente.
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VERSIÓN DIONISIO SOLDEVILA BREA