SICA advierte que Centroamérica y RD deben tratar aguas residuales para reducir contaminación

SICA advierte que Centroamérica y RD deben tratar aguas residuales para reducir contaminación

SAN SALVADOR. AFP. Centroamérica y República Dominicana deben invertir en el desarrollo de los sistemas de saneamiento de sus aguas residuales, con el fin de reducir la contaminación en esta región, advierte un estudio del Sistema de Integración Centroamericana (Sica).

«La situación actual de las excretas y aguas residuales en la región requiere de intervenciones inmediatas» y una «inversión ordenada» para reducir la contaminación de los ríos y las costas del istmo, señala el informe, al que tuvo acceso la AFP.

De los 1.035,9 millones de m3 de aguas residuales que la región genera al año, cerca de «68,7% (712,48 millones de m3)» es depositado en «un cuerpo receptor sin ningún tratamiento», señala el estudio del Foro Centroamericano y República Dominicana de Agua Potable y Saneamiento (FOCARDS-APS), uno de los organismos especializados del Sica.

Mal olor, inundaciones y problemas de salud. La falta de saneamiento es la causante del mal olor y contaminación en ríos como Las Vacas y Villalobos en Guatemala, o Acelhuate en El Salvador.

A su vez, los viejos sistemas de alcantarillados acumulan basura que cuando llueve no deja pasar el agua, motivo de inundaciones en las ciudades de esta región, que según el Sica debería invertir 7.706 millones de dólares en el tratamiento de sus aguas residuales.

La investigación no considera la descarga de aguas de la minería, o de la industria con desechos orgánicos, físicos o químicos, que en su mayoría también fluyen sin tratamiento directamente a los ríos o a los sistemas de alcantarillado.

De los 52 millones habitantes de la región y Dominicana, 4,2 millones de personas carecen de un sistema adecuado de excretas.

«Por cada un dólar que se invierta en saneamiento se dejarán de invertir cuatro en salud porque las enfermedades hidrotransmisibles disminuirán», destacó por su parte el director de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), Angel Ibarra.   Ibarra detalló entre estas «enfermedades hidrotransmisibles» diarreas, gastroenteritis, hepatitis A, leptospirosis y otras patologías de la piel sobre todo en niños.

«Lo más alarmante», según el estudio, es que los países no ven que sea «estratégico» el manejo de aguas residuales, lo cual se evidencia en la baja inversión que se hace.

Un costoso rezago. En Centroamérica «no hay constancia en las inversiones», por lo que «el rezago se va acumulando», explica Víctor Javier Cuevas, experto hondureño que participó en la investigación.

«La tarifa de saneamiento, los gobiernos la han manipulado para no ver afectada su imagen. La tarifa no se calcula de acuerdo a los costos operativos de los prestadores, sino de acuerdo a valores mínimos en el que el Estado subvenciona las tarifas», advierte Cuevas.

Por otra parte, los países no cuentan con un marco legal de carácter «vinculante» que regule la gestión de aguas residuales y excretas.

Sólo Honduras ha reconocido «constitucionalmente» el derecho humano al saneamiento, y junto a Nicaragua son los únicos que poseen leyes de aguas, el resto de naciones tienen leyes «desactualizadas», destacó.

En Centroamérica, el país que más esfuerzos ha realizado para tratar sus aguas residuales es Nicaragua, cuando en 2009 con la cooperación alemana inauguró una moderna planta que procesa 180.000 m3 del agua residual de Managua por día.

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