El 2010 se caracterizó por crímenes espeluznantes, muertes en intercambios de disparos, el crecimiento del sicariato y de una delincuencia que cada día respeta menos la vida.
Uno de los últimos crímenes escalofriantes ocurrió la semana pasada cuando a Juana López Beltré, de 33 años, le arrancaron las piernas y las lanzaron en la carretera de El Higüero, cerca de Pantoja, en Santo Domingo Oeste.
Los asesinatos de dos testigos de un homicidio en Higüey, el hallazgo de un hombre en una fosa en El Higüero, la decapitación de dos jóvenes en la zona rural de San Cristóbal y la muerte de tres jóvenes en Baní fueron de los hechos más violentos ocurridos en el país.
El 27 de junio, una patrulla de las Policía Nacional mató al universitario Abraham Ramos Montero, de 23 años, cuando lo mandaron a detener en un lugar oscuro y decidió hacerlo más adelante, en un sitio más claro. El sargento Manuel de Jesús Martínez Germán y el raso Elvis Vinicio Montero fueron sometidos a la justicia por el hecho.
Esa muerte desencadenó una campaña contra la Policía con el lema: Policía, no me mates.
Un hecho similar ocurrió el 18 de julio cuando Elio Reyes Severino, de 81 años, fue muerto de un tiro por la espalda en medio de una persecución en la autopista Santo Domingo-Samaná. Viajaba en una camioneta conducida por su hijo, que rehusó detenerse.
El sicariato. Cientos de personas cayeron abatidas este año a manos de matones a sueldo, vinculados al narcotráfico y el crimen organizado.
A fines de enero fue asesinado Ramón Omar Antigua, en el parqueo de Carrefour por sus vínculos con el boricua José David Figueroa Agosto. El 28 de marzo, José Gabriel Arias Castillo (Alex el Pelotero), fue ejecutado en la cárcel de La Victoria.
El asesinato del empresario Rubén Soto Hayet, el 13 de mayo, y de dos empleados de la plaza La Francesa, estremeció al país. Hayet mantenía una relación con el asesinado ex coronel policial José Amado González González, vinculado también a Figueroa Agosto.
El 3 de agosto, cuatro individuos mataron al médico fisiatra Sergio Rafael Rojas Soriano en los alrededores el Jardín Botánico. Nunca se supo el móvil del crimen.
En agosto, dos jóvenes fueron muertos a tiros y sus cadáveres lanzados a unos matorrales en las inmediaciones del kilómetro 60 de la Autopista Duarte, próximo a Villa Altagracia.
Intercambios de disparos. Este año más de 480 dominicanos han perdido la vida en intercambios de disparos entre agentes policiales y presuntos delincuentes, de los cuales más de 60 corresponden a la gestión del actual jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez.
Desde el inició de la gestión de Polanco Gómez el 16 de agosto, muchos pensaron que se reducirían las muertes en intercambios de disparos en relación con su predecesor, el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín. No ha ocurrido así. La situación ha llegado a tal grado que el ministro de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, ha exigido en dos ocasiones una reducción de los intercambios de disparos.
En este mes la Policía mató a tres presuntos delincuentes en un intercambio de disparos cerca del Aeropuerto Internacional del Cibao. El pasado martes la Policía mató a 5 hombres, 3 supuestos sicarios en Santiago y 2 en hechos separados en la Capital.
Este año han caído más de 50 agentes a manos de la delincuencia. En septiembre murieron en una emboscada el teniente Mártires Pérez Díaz, el sargento Roberto Otaño Medina y el cabo José Arturo Ramírez. Dos de los acusados fueron ejecutados por la Policía. El último policía asesinado fue el primer teniente Diego Ureña, en Villa González.
Las claves
1. Intercambios disparos
Más de 480 personas han perdido la vida este año en intercambios de disparos, de los cuales más de 60 corresponden a la gestión del mayor general José Armando Polanco Gómez
2. Auge del sicariato
Esta modalidad del crimen organizado ha tomado auge en el país este año. Los asesinatos de Omar Lantigua, el empresario Rubén Soto y el atentado contra el abogado Jordi Veras fueron, entre otros, los casos más sonados de este año.
3. La criminalidad
La delincuencia y la criminalidad impactaron durante el 2010. Más de 1,115 muertes violentas ocurrieron este año, sobre todo en la Capital, Santiago y San Cristóbal. La delincuencia común aumentó.