Ante el término de un año de grandes incertidumbres y el comienzo de otro en el que el panorama sanitario y económico aún no termina de aclararse, el psicólogo Luís Vergés recomendó ayer a la población afrontar las situaciones con buena actitud y una mirada más optimista y positiva.
Explicó que las nuevas restricciones de movilización para prevenir contagios del coronavirus son correctas porque van de la mano con el comportamiento del virus y señaló que son consecuencias de la irresponsabilidad, indisciplina y la imprudencia con que las personas asumieron la reapertura.
Subrayó que la población debe prepararse para asumir las consecuencias de este nuevo toque de queda mucho más drástico que los anteriores, no obstante, recordó que ahora se está en mejor posición que en el mes de marzo, debido a que ya se conoce el comportamiento del virus, hay más información sobre la enfermedad y varias vacunas ya han sido aprobadas.
“No hay tantos elementos para que las personas se descontrolen y suban los niveles de ansiedad y nerviosismo”, señaló Vergés.
Sobre las preocupaciones por la crisis económica que generan las medidas drásticas, el psicólogo apuntó que debe haber política de protección para sectores vulnerables.
Igual, llamó a las personas a no caer en el desenfreno que provoca la ansiedad, “la gente consume más cuando tiene más angustia y preocupación”.
“El comportamiento compulsivo es una manera errónea y distorsionada que tiene la gente de sentirse sin problemas porque está haciendo lo que siempre ha hecho”, dijo el psicólogo.
Asimismo, exhortó a la población a enfocarse en la realidad y entender que hay una crisis, lo que es sinónimo de conductas más prudentes.
Alertó de la automedicación de tranquilizantes y dijo que pueden causar adicción, también sobre ciertas frases que las personas suelen expresar que no se corresponde con la realidad y dificultan más el soporte del confinamiento, tales como; “me voy a volver loco si estoy en la casa” o “yo no puedo vivir así”.