Niños y adolescentes víctimas de la violencia intrafamiliar, considerados huérfanos de padres vivos y muertos, requieren de atención terapéutica para que puedan superar los traumas, de acuerdo a sicólogos clínicos consultados.
El sicólogo Luis Bergés informó que la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, ejecutará un programa piloto de ayuda a los huérfanos de feminicidios para que luego esa experiencia sea multiplicada en todo el país.
Dice que la intervención es importante por las secuelas que deja el ver feminicidios, el tratar de impedir el hecho violento y quedarse sin madres ni espacio familiar. Entre los daños sicológicos que dejan los feminicidios, Bergés cita las pesadillas, repeticiones de escenas, la reproducción y desplazamiento de esa violencia, así como niños con trastornos físicos y mentales.
Advierte que si no son tratados esos huérfanos se desarrollan con esa condición y cuando llegan a la adolescencia y adultez tienen muchos problemas de adaptación en la sociedad.
En tanto, Martha Pérez, presidenta de la Sociedad Dominicana de Sicología, aboga por dar terapias a los huérfanos de violencia intrafamiliar, con lo que se evitaría que las secuelas sean permanentes.
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Entres huérfanos
Los feminicidios han dejado en la orfandad durante los últimos tres años a más de 850 menores, según el informe estadísticos de la Policía, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses y de organismos no gubernamentales. La realidad es que hay centenares de madres asesinadas, hombres que se suicidan y están presos.