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PARIS (AFP) – Al menos 40 millones de infectados por el virus del sida y más de 3 millones de muertos en 2005 ensombrecen este jueves el Día Mundial contra el Sida durante el que se volvió a exigir, a través de acciones simbólicas, el cumplimiento de las promesas. Desde que fue diagnosticada, esta terrible epidemia mató a más de 25 millones de personas en el mundo, de las que más de 3 millones fallecieron este año. Por eso, el mensaje del Día Mundial contra el Sida «Stop Sida. Cumplir las promesas» reverbera sin llegar a cuajar del todo en la sociedad.
En los países en desarrollo, la inmensa mayoría de los enfermos que necesitan urgentemente tratamiento contra el sida continúan sin tener acceso a los medicamentos. Las estadísticas son escalofriantes, con un promedio «en el mejor de los casos, de una persona de cada diez en Africa y una de cada siete en Asia» que reciben antirretrovirales.
Ante esta grave situación, los países deben aportar una respuesta «excepcional», dijo Peter Piot, director del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA).
Piot estima que caben dos opciones: «aceptar que los esfuerzos mundiales son incapaces de seguir el ritmo del aumento de infecciones y muertes (…) o reconocer la amenaza mundial excepcional y dar una respuesta igual de excepcional».
Piot hizo estas declaraciones en Indonesia, un archipiélago de 220 millones de habitantes donde, según las autoridades, entre 90.000 y 130.000 personas son seropositivas.
Los casos de contagio también se disparan en Malaisia, cuyo gobierno cuenta podrá haber 300.000 seropositivos en 2015, frente a los 65.000 actuales.
En todo el mundo se multiplicaron los gestos simbólicos y las acciones de protesta, en medio de una gran cobertura mediática.
El lazo rojo sobresalía este jueves en el paisaje urbano de las grandes ciudades, prendido en las solapas, en los medios de transporte público, en las fachadas de edificios oficiales, pero también en los diarios y en portales de internet.
En Europa, desde Berlín a París, pasando por países del Este y de la cuenca mediterránea, el lazo era el gran protagonista.
Además, en la capital francesa, militantes de la entidad Act-Up han ocupado los locales del Instituto Nacional de Prevención y Educación para la Salud en protesta por «el próximo cierre de numerosos centros de detección».
La UNESCO y la asociación Dibuja la Esperanza lanzaron el proyecto «Artists for life», que agrupa a 30 creadores contemporáneos, cuyas obras, concebidas en torno a la idea de «Te amo Positivo o Negativo», participarán en una exposición itinerante que recorrerá el mundo.
Distribución de preservativos, pruebas de detección del virus, debates y acciones de sensibilización ciudadana marcaron también este día, como en la localidad checa de Pilsen (oeste), donde un equipo médico distribuyó folletos explicativos.
En Italia, la asociación Alfaomega puso en marcha una campaña publicitaria que muestra un desnudo femenino cuyas líneas corporales forman una cruz negra, «símbolo de los millones de muertos» causados por el sida.
Y no faltaron iniciativas que suscitan perplejidad, como una de Rusia sobre la organización de un concurso de belleza para mujeres seropositivas.
En India, a miles de kilómetros de allí, viven 5,1 millones de seropositivos, lo que convierte a este país en el segundo más afectado en el mundo detrás de Sudáfrica. En Nueva Delhi, este jueves un grupo de treinta seropositivos pone fin a su «marcha por la vida» tras haber recorrido 6.800 km.
Pero en China, la esperanza quedaba eclipsada por la represión. Por lo menos dos seropositivos que se habían desplazado a Pekín para hacer una petición a las autoridades fueron enviados de vuelta a sus casas por la fuerza, según sus parientes.
Los dos formaban parte de un grupo de seropositivos contagiados por transfusiones sanguíneas.
