Sida avanza en AL y el Caribe

Sida avanza en AL y el Caribe

PARIS (AFP).- El sida sigue avanzando en Latinoamérica y el Caribe: durante 2003 mató a 120.000 personas, mientras que 250.000 se infectaron con VIH llevando la cifra regional de afectados a 2 millones, indicó la ONU este martes, citando la inyección de drogas y las relaciones homosexuales masculinas entre las principales causas de propagación.

El país más afectado de la región es Haití, con 5,6% de la población total, según el informe del Programa sobre Sida de la ONU (ONUSIDA), que también resalta que 24% de los homosexuales varones de Argentina tiene VIH.

Las cifras del informe son un poco superiores a las del año anterior: en 2002 murieron 100.000 personas y se contagiaron 210.000, y la cifra total de infectados era de 1,9 millones.

«En la mayoría de los países de América del Sur, casi todas las infecciones están causadas por equipos de inyección de drogas contaminados o por relaciones sexuales entre varones», de acuerdo al informe.

En América Central y América del Sur la incidencia de VIH «entre varones que tienen relaciones sexuales con varones» es «uniformemente elevada: del 9% en Nicaragua al 24% en Argentina», dijo ONUSIDA.

«Las relaciones sexuales entre varones también constituyen la vía predominante de transmisión» en otros países, «especialmente en Colombia y Perú», agregó, citando que en Bogotá 18% de los integrantes de este grupo poblacional es VIH positivo y muy pocos usan preservativo.

Ante esto, «las condiciones parecen propicias para la propagación más generalizada del virus, pues son muy numerosos los varones que tienen relaciones sexuales con varones que también las tienen con mujeres», advirtió ONUSIDA.

En este marco, la organización destacó el caso de Perú debido a que en una encuesta -realizada a personas de entre 18 y 29 años- «el 9% de los varones indicó que al menos una de sus tres últimas parejas sexuales había sido un varón, y no habían utilizado preservativo en 70% de estos contactos».

El documento también alude a la situación en América Central, donde la incidencia de VIH entre prostitutas varía mucho, alcanzando el máximo en Honduras, con 10%.

En tanto en el Caribe la enfermedad se presenta principalmente entre heterosexuales y, en muchos lugares, hay una alta prevalencia entre las prostitutas.

República Dominicana -que junto a Haití integra la isla de La Española- también está muy afectada aunque «esfuerzos de prevención eficaces» hicieron que el uso del preservativo aumente.

Además, Bahamas y Trinidad y Tobago tienen al menos 3% de su población infectada con VIH, en tanto Barbados tiene 1,5%. En cambio, la incidencia en Cuba es muy inferior al 1% de la población.

La exclusión también juega un rol: la proporción de infectados que recibe los medicamentos anti-VIH apropiados va del 75% en algunos países a sólo 25% en otros.

El informe agrega que «la epidemia de América Latina, más que ser generalizada, tiende a concentrarse preferentemente en grupos de población con un riesgo particular».

Como consecuencia, bajos porcentajes nacionales pueden ocultar epidemias «muy graves» en sectores específicos de alto riesgo: por ejemplo, en Brasil, donde la incidencia nacional de VIH positivos es «muy inferior a 1%», existen «niveles de infección superiores al 60% entre consumidores de drogas intravenosas de algunas ciudades», detalla el informe.

En Brasil -el país con mayor población de la región- vive uno de cada cuatro de todos los infectados con VIH en la región, según el informe.

ONUSIDA destacó que los programas brasileños de prevención iniciados en los años 90 colaboraron para que la incidencia de VIH en las mujeres embarazadas que acuden a los dispensarios prenatales se mantuviera por debajo del 1%. El informe no dio cifras de incidencia de VIH entre embarazadas que no concurren a los centros de salud.

«Las epidemias no saldrán derrotadas hasta que los países no acepten las realidades del consumo de drogas intravenosas y de las relaciones sexuales entre varones», resalta el informe de ONUSIDA.

«Estigmatizar y negar tales comportamientos sólo puede favorecer las epidemias silenciosas en curso», agrega.

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