Manuel Espinosa Rosario 
San Juan de la Maguana
Parafraseando aquello de que la felicidad del pobre dura poco, miles de tareas de tierras preparadas para la siembra de arroz, tras las lluvias caídas semanas atrás, aún permanecen sin sembrarse porque las precipitaciones volvieron a desaparecer en esta zona.
Solo una parte de las áreas que se prepararon en el sistema del río Mijo han podido sembrarse del cereal, aunque producto de la falta de agua el caudal de dicho afluente se observa bastante reducido.
En su última reunión, el Consejo Regional de Desarrollo Agropecuario (CRDA) dispuso levantar la siembra de arroz en el valle, con la advertencia de que las juntas de regantes deben garantizar y programar el número de tarea que deben sembrarse de arroz, que no ponga en peligro los cultivos menores que están en pie.
Aunque las lluvias caídas semanas atrás permitieron que los principales ríos, San Juan, Mijo, Dajay y Las Marías, aumentaran sus caudales, reiniciar la siembra de arroz siempre constituye un riesgo por la cantidad de agua que demanda el vital alimento.
Un factor que corre en contra de la siembra, no solo de arroz, sino de otros rubros, es la alta temperatura que prevalece en todo el país, que supera los 35 grados, situación que provoca mayor demanda de agua para todas las actividades humanas.
En el valle hay sembradas miles de tareas de maíz, yuca, batata, guandul y otros rubros, a los que hay que garantizar agua hasta su recolección, después de satisfacer la demanda de agua para consumo humano.
En su última visita a esta ciudad, el ministro de Agricultura, ingeniero agrónomo Osmar Benítez, advirtió a productores que deben ir pensando en reducir en forma paulatina la siembra del cereal en esta provincia, entre otras cosas, por la cantidad de agua que exige.
Aunque la presa de Sabaneta tenía la semana pasada una cota de 635.2 metros sobre el nivel del mar, se advierte que tiene un 50% de sedimentación, por lo que los productores agrícolas no deben arriesgar millones de pesos en reiniciar una siembra masiva de cualquier cultivo.
Oídos sordos
Los agricultores insisten en arriesgarse a sembrar arroz en la zona porque, según afirman, es la inversión más segura, siempre y cuando cuenten con el principal insumo, si se logra una productividad de cinco sacos por tarea, con los precios actuales establecidos por el Ministerio de Agricultura, su inversión se encuentra asegurada, incluyendo ciertos niveles de rentabilidad.
