A mediados del año 1972, por vía de Sacha Volman, a quien conocí luego de la Guerra de Abril del 65, ya que se mudó a una cuadra de mi casa, pero sobre todo, por su relación con mi querida amiga, hermana y vecina Fellita Caamaño, recibí una invitación para participar en un encuentro de jóvenes con el Profesor Juan Bosch junto a otros amigos y conocidos. Las mismas se celebraron en su residencia u oficina de la calle César Nicolás Penson. Y digo se celebraron, pues en mi caso fueron varias.
Los que participamos en la primera reunión, recuerdo entre otros a José Tejeda, por mucho tiempo funcionario de Metaldom; Elvin de León, que se dedicó luego al servicio exterior; Chichí Gil, hijo de don Secundino Gil Morales; Petter Pratzmoski; Ney Díaz Newman; Máximo Noboa, y quien esto escribe.
En dicho encuentro Bosch habló de nuevos proyectos, de la necesidad de incorporar nuevas personas al quehacer político y de la importancia de la clase media. También habló de dictar charlas y cursos de formación permanentes. Pero no habló nada del PRD.
A la salida de ese primer encuentro, nos reunimos en un lugar público para comentar, y uno de los presentes, con esa suspicacia que acompaña a muchos dominicanos inteligentes dijo: “Hmmm, el viejo está planificando algo en serio y grande”.
El que así se expresó, no tenía mayores razones que las propias expresiones de Don Juan, porque en realidad, a pesar de sus encantos personales y su gran capacidad de comunicación, no dejaba de lucir apesadumbrado. Parecía que buscaba un nuevo aire.
En una segunda reunión, no solo solicitó nuestra incorporación, sino que sugirió áreas específicas en las que cada uno podría colaborar. En mi caso habló de comenzar a crear una comisión financiera. Pero le recordé, que aunque en ese momento no tenía cargo dirigente, pertenecía al desaparecido PRSC.
El año siguiente se dio la noticia de su renuncia del PRD, y se anunció el nuevo partido PLD. Y el que expresó que algo estaba planificando el viejo, llamó para decirnos, como dicen muchos dominicanos: Yo se lo dije.
Lo que quiero destacar es que, aunque Don Juan no habló en ningún momento de que pretendía abandonar el PRD, o que estaba pensando fundar un nuevo partido, ni mucho menos con el nombre de PLD, si expresó que había la necesidad de crear una herramienta política con una mentalidad diferente. Y habló una y otra vez de profesionales jóvenes, de clase media y formación.
Luego de fundado el PLD, siendo yo en ese momento Vice-secretario General del desaparecido PRSC, me visitó el periodista Miguel Ángel Velázquez Mainardi, para comunicarme que Don Juan quería verme lo más pronto posible, y que me esperaba en el local del PLD, y asistí. Allí Don Juan me recordó que a pesar de que yo estaba en otro, las puertas de su partido estaban abiertas, pero que mientras tanto quería hablarme del Bloque de la Dignidad Nacional. Pero ese será tema para otra entrega.