Yo quisiera estar muerto que seguir pasando tanto trabajo aquí” fue la expresión de indignación de Cayetano Severino, un residente de la comunidad de Sierra Prieta, en Villa Mella, quien ruega a las autoridades atender las demandas de antaño.
Dice que por las malas condiciones de la carretera se enferma de los riñones y de los pulmones.
Los comunitarios se reunieron cuando se enteraron que reporteros de HOY llegarían al lugar, para unir sus voces y rogar al presidente Danilo Medina respuestas a sus reclamos.
Dámaso Lara, un dirigente comunitario con 70 años de edad, tiene más de la mitad de su vida trabajando por el desarrollo del pueblo que lo vio nacer.
Lamenta que sus constantes y cotidianos viajes para gestionar soluciones a los problemas que aquejan a sus vecinos caigan al vacío.
Dice que muchos de los pobladores de Sierra Prieta con los que libró luchas reivindicativas han muerto sin ver resueltos los problemas que les afectan.
Reclamó la prometida construcción de la carretera de Sierra Prieta. Allí hay varias minas de tosca, las cuales son explotadas para asfaltar otras avenidas y carreteras, mientras a ellos les dejan el polvo que provoca a sus habitantes enfermedades pulmonares, respiratorias y en la piel.
Lamentó que al presidente Danilo Medina, cuando fue recientemente a esa comunidad en una visita a un proyecto de Pimienta, no lo entraran por la carretera de Sierra Prieta sino por el kilómetro 22, de La Cuaba. Dice que cuando llueve colapsan los pequeños puentes por las inundaciones, incomunicando a las comunidades.
Igualmente, los habitantes de Sierra Prieta reclaman la terminación de la construcción de la escuela Fernando de la Cruz, la cual tiene dos años paralizada. Ese centro es importante para los niños, adolescentes y jóvenes de la comunidad porque así podrían continuar sus estudios del bachillerato. Lleva seis meses con la construcción paralizada.
En la actualidad muchos desertan al llegar al primero del bachillerato porque tienen que pagar bastante dinero para el pasaje de traslado a Villa Mella o a Yamasá.
Los comunitarios solicitan la disposición de un transporte escolar para los estudiantes que viven en zonas retiradas. Allí tampoco hay un centro médico.
La directora de la escuela Fernando de la Cruz, Josefa de los Santos, explica que en el centro funcionan dos tandas y que hay 372 estudiantes con cursos superpoblados. Hay quejas de madres que tienen a sus hijos fuera de las aulas por falta de espacios.
Destaca la importancia de que lo más pronto posible entre en funcionamiento la nueva escuela de Jornada Extendida porque muchos estudiantes llegan tarde o no van al centro por falta de alimentos.
Falta de Continuidad. Hace dos años que en Sierra Prieta se comenzaron a impartir cursos técnicos profesionales en la misma comunidad por parte del Instituto de Formación Técnico Profesional (Infotep), los cuales beneficiaron a más de 60 jóvenes que no trabajaban ni estudiaban. Hoy la mayoría se ha insertado al mercado laboral o trabaja por cuenta propia.
Esos cursos de refrigeración, electricidad, plomería y otros han dejado de impartirse desde hace un año. Igualmente fue descontinuado el curso de inglés que impartía en la comunidad el Instituto Tecnológico de Las Américas (Itla).